Por devolverle una ideal sonrisa al niño Keidan David Hooker Matos, de nueve meses, con labio ‘leporino y paladar hendido’, un grupo de personas se reunieron con el fin brindarle una solución integral, ante la indiferencia de su EPS.
Desde que nació enterneció a todos con su alegría y extraordinarias carcajadas, pero corrían los días el sistema de salud no agilizaba los trámites para corregir a tiempo este defecto congénito que debe resolverse en los primeros meses de vida de un menor.
Este caso que requería de voluntad en la gestión, fue del conocimiento hace cuatro meses de Luz Elena David Martínez, gestora social y presidenta de la Junta de Acción Comunal del Barrio Natania (4ta Etapa), quien veía la lucha que casi perdían los familiares del niño, para conseguir que lo operaran antes de que cumpliera el año.
Se encontraron en la recta final de una jornada médica que realizaba una fundación que trae programas de salud gratuita para la comunidad y una de las especializaciones consistía en operación de Labio Leporino y Paladar Hendido, pero no llegaron a tiempo a la convocatoria.
Se sabe por parte de las autoridades de salud, que no hay estadísticas concretas de menores con este padecimiento en el archipiélago. El paladar hendido y labio leporino son defectos congénitos, que se reflejan en el labio superior y el paladar al no desarrollarse correctamente y sucede en los primeros meses de embarazo.
La operación es ambulatoria, razón de más para no encontrar explicación a la falta de labor misional en el abordaje de este caso, al parecer, de sencillo procedimiento.
Cadena de amor
Pasaron los días y sin poder sacarse a Keidan de la cabeza, Luz Elene llamó al artista plástico Carlos Villareal, Gerente de la Clínica Villareal y posteriormente coincidió en un escenario de salud, con el doctor Lyle Newball. Ambos establecieron el compromiso de ayudarlo inmediatamente sin conocer al menor.
Una vez acoplados y con el apoyo de sus esposas, contactaron a la Fundación Operación Sonrisa, pero remitir al niño a otra ciudad demandaba una compleja logística; el tiempo apremiaba y faltaba cerrar un eslabón para devolverle a Keidan una sonrisa que armonizara con el brillo de sus hermosos ojos negros y toda una vida por delante.
“Me llamó Ana María Muñoz, la esposa de Lyle Newball, y me comentó sobre la existencia del bebé isleño del barrio El Cliff, con labio y paladar fisurado, que nunca le habían dado atención y me preguntó cómo le podía ayudar con este niño”, narró Ana María Leyva, gerente de la clínica odontológica Credident.
Leyva también tomó el caso como prioritario y encontró el máximo apoyo en el doctor Hugo Samaca, cirujano maxilofacial, que trabaja por temporadas en Credident, quien aseguró poder operarlo sin tener que sacarlo de la isla.
“La clínica participó donando el quirófano, los insumos necesarios, el personal, sin ningún costo para la familia, es bueno que la gente sienta el amor y por esto nos apropiamos del caso y pues pensamos seguir apoyando el niño porque necesitará de otros procedimientos”, dijo Carlos Villareal.
La exitosa operación se produjo el pasado miércoles 3 de octubre tal y como fue programada en la Clínica Villareal. Ese mismo día en horas de la tarde le dieron de alta, demostrando la fortaleza conmovedora del pequeño y el agradecimiento de su abuela paterna.
Con el panorama clarificado para Keidan, quién tiene a manitos llenas el amor de su familia, ahora crecerá sabiendo que hay personas que se reúnen para cooperar con buenas acciones a quienes más lo necesitan para contribuir con un mundo mejor.
