Mucho se ha hablado en redes en las últimas semanas de la percepción de algunas personas respecto a los corales, quienes los consideran simplemente piedras… la realidad, sin embargo, es que estas ‘piedras’ están vivas. Los corales no solamente tienen vida, ¡sino que además son animales!
Estos animales son invertebrados y se asocian con algas microscópicas en su interior (zooxantelas), las mismas que les otorgan esos brillantes colores que vemos en los arrecifes.
Estas ‘piedras vivas’ son adicionalmente los animales más importantes en los océanos, ya que ellos conforman la base de la vida para que existan ecosistemas tan diversos como los arrecifes de coral, que de hecho son los ecosistemas más complejos y biodiversos del mundo, pudiendo sustentar entre 1 y 9 millones de especies1, 2. De hecho, la definición genérica de arrecifes plantea que:
“...un arrecife es una estructura construida básicamente por organismos vivos, que modifica sustancialmente la topografía del lecho marino y cuya dimensión es tal que influencia las propiedades físicas, y por ende ecológicas, del medio circundante; su consistencia es lo suficientemente compacta para resistir las fuerzas hidrodinámicas y, por lo tanto, está en capacidad de conformar un hábitat duradero, estable y característicamente estructurado para albergar organismos especialmente adaptados”1.
Tal es la importancia de los arrecifes de coral que islas como San Andrés son el producto del crecimiento de un antiguo arrecife. Este proceso que tardó cientos y miles de años es posible gracias a la producción y acumulación de carbonato de calcio por los corales, la cual es la base del esqueleto de estos animales.
Lo más curioso de todo es el hecho de que estos corales formadores de arrecife son organismos coloniales, esto es, en lo que asemeja ser un individuo visiblemente, en realidad es una colonia de muchos individuos, los cuales con su crecimiento vertical y horizontal se fusionan entre sí, levantándose con el crecimiento el conjunto hacia la superficie y dando origen a un arrecife verdadero4.
Tipos de arrecifes
Estos corales formadores de arrecifes (hermatípicos) que se distribuyen en nuestro Archipiélago, y mundialmente en la franja tropical, pueden además ser de diferentes tipos de acuerdo a su forma, origen y localización.
Por un lado, tenemos los arrecifes franjeantes los cuales se desarrollan a lo largo del borde de la costa y tienden a crecer hacia afuera ésta, de la cual se encuentran separada por una laguna de poca profundidad.
Los arrecifes de barrera en cambio, se desarrollan de manera paralela a la línea de costa y presentan también una laguna que los separa pero que difiere de los arrecifes franjeantes en que la última es de mayor amplitud, llegando a abarcar kilómetros, mientras la primera puede abarcar tan solo decenas de metros.
Los atolones, que corresponden a arrecifes de forma más o menos circular, son asociados a islas volcánicas como providencia, la cual se levanta desde aguas oceánicas profundas, encierra una laguna, pero no tiene una masa terrestre central. Este fenómeno ocurre por el crecimiento de arrecifes coralinos de barrera alrededor de los lados del volcán mientras a su vez hay hundimiento (subsidencia) del mismo. Con el tiempo esto resulta en que la parte emergida del volcán ya no es visible, dejando una laguna, mientras la barrera ha formado islas bajas y arrecifes de parche.
También podemos encontrar arrecifes de plataforma, los cuales se desarrollan sobre la plataforma continental en forma de domos, y arrecifes de parche, que se desarrollan de diferentes formas y tamaños, aislados o en grupos, en aguas poco profundas (someras), y los cuales a su vez tienen otra clasificación (faros, montículos, de cinta, anastomosados, reticulados, etc)3.
Sustento a la vida y a la biodiversidad
La importancia de los corales y de los arrecifes de coral es inmensa, además de su importancia geográfica previamente mencionada, son un sustento a la biodiversidad, pues gracias a la presencia de corales pueden vivir las especies que explotamos en las pesquerías, y de las cuales vivimos y con las que nos alimentamos en las islas.
Más de 100 países tienen arrecifes coralinos de los cuales cientos de millones de personas dependen ya que por su valor paisajístico proveen ingresos para el turismo, fuente de alimento, protección contra tormentas, entre otros, por lo cual se constituyen en el motor económico de cualquier isla o nación tropical.
Sin embargo, a pesar de su importancia, estos hacen parte de los ecosistemas más amenazados del mundo. Su biodiversidad y complejidad trae consigo una inmensa fragilidad que ha causado un deterioro y pérdida a nivel mundial, la cual de continuar a este ritmo terminarán por desaparecer.
Son muchos los factores que están amenazando nuestros corales y arrecifes (degradación de hábitat, contaminación, sobrepesca, calentamiento global, desarrollo costero), pero la mayor amenaza de todas es la ignorancia. Es imposible valorar lo que no conoces, ni conservar lo que no conoces.
Estas ‘piedras’ no sólo están vivas, sino que a ellas les debemos los que somos, lo que tenemos, y de que las cuidemos y valoremos dependerá el futuro que tengamos.
Literartura Citada:
1. Paulay, G. 1997. Diversity and Distribution of Reef Organisms. In: Life and Death of Coral Reefs. Birkeland C, ed. New York: Chapman and Hall: 298-352.
2. Small, A.M., Adey, W.H., y Spoon, D. 1998. Are Current Estimates of Coral Reef Biodiversity Too Low? The View Through the Window of a Microcosm. Atoll Research Bulletin 458: 1-20.
3. Schuhmacher, H. 1982. Korallenriffe, ihre Verbreitung, Tierwelt und Okologie. BLV Verlagsgeselleschaft, Munchen, 274 p.
4. Diaz, J.M., Diaz-Pulido, G., Geister, J., Garzon-Ferreira, J. Sanchez, J.A. y Zea, S. 1996. Atlas de los Arrecifes Coralinos del Caribe Colombiano I: Arrecifes Coralinos. Ed: Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras ‘Jose B. Vives de Andreis’ INVEMAR. Santa Marta, Colombia 83 p.
