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Asís: pueblo de resucitados

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EDNA.RUEDEA2En ese pueblo, Asís, las cosas se daban un poco distintas. Pero en cuestiones de muerte las anormalidades eran la norma. En Asís y sus alrededores, era bien sabido que la gente podía morir más de una vez.

 Solían por ejemplo morir un lunes, ser llorados martes y miércoles, enterrados el jueves y súbitamente aparecer caminando el siguiente lunes en la tarde, con la ropa del cajón toda sucia, pero curiosamente con los zapatos limpios. 

Durante siglos, los galenos del pueblo buscaron explicaciones al fenómeno, que en principio los dejaba mal parados a la hora de diagnosticar algo que pareciera tan simple como la muerte. Todos hicieron sus conjeturas, pero ninguno llegó a una explicación racional que abarcara todos los casos. 

El Dr. Crepúsculo, un conocido fenomenólogo, dedico su vida a describir los sucesos, clasificarlos y catalogarlos con la esperanza que otro, con más tecnología los entendiera. 

Según el manuscrito que se encontró del Dr. Crepúsculo, los casos de muertos que volvían daban a cuenta de 1954 en un periodo de 20 años. En promedio cada uno de los 108 habitantes había “resucitado” entre tres y cuatro veces antes de fallecer al fin.

Las muertes fueron catalogadas para efectos estadísticos en, violentas: por arma de fuego, arma blanca, o golpe seco. Accidentales: cualquiera que su causa fuera y no fuera por violencia o enfermedad. Por enfermedad: que a su vez se clasificaba en 1. Enfermedad larga y penosa, 2. Enfermedad corta y angustiante, 3. La pena de amor.

La clasificación mostró que la menor posibilidad de resucitación se daba entre las enfermedades cortas y angustiantes, las muertes violentas a golpe seco y las de arma blanca, siendo en cambio dramáticamente significativa la proporción de casos de vuelta a la vida en los casos considerados penas de amor.

Con esto en mente, el Dr. Crepúsculo se dedicó a la descripción de los 1008 casos de “pena de amor”, que había encontrado. Lo primero que hizo fue una muy detallada descripción de los síntomas del paciente antes del deceso. 

“Poco antes de la muerte, el individuo que se encuentra enamorado, mantiene una frecuencia cardiaca elevada, sus ojos viven con las pupilas dilatadas y en su cara hay una discreta espasticidad que los obliga a vivir sonriendo, ocasionalmente puede aparecer sialorrea (salivación) y un entrecortamiento de la respiración que se asemeja al jadeo.

Una vez la enfermedad inicie y el paciente en cuestión sea rechazado, su frecuencia cardiaca se irá haciendo lenta y de baja intensidad, hasta el punto de casi desaparecer, su caminar monótono le impedirá levantar el talón del piso y se verá arrastrando los pies. Como el centro de gravedad también se modifica, el sujeto se desplazará con la cabeza gacha, mirando al suelo y sin el balanceo propio de los brazos.                              

Se considera un estado avanzado de la enfermedad la falta de higiene personal y la desesperanza... Una vez los síntomas hagan mella incluso en la ingesta de alimentos, el paciente sucumbirá de pie, mientras camina, generalmente en las horas de la tarde, con mayor frecuencia los domingos, levantando por última vez la cabeza y mostrando sus pupilas ahora contraídas, dejará de tener vida”. 

El Dr. Crepúsculo también había tomado el tiempo para describir las vueltas a la vida de los pacientes muertos por esta causa. “Después de los ritos de la muerte: el entierro, las oraciones y la novena, se sabe que en promedio un individuo vuelve a aparecer entre 2 y 3 días, pero hubo casos como el del señor Juan Blanco que le tomó tres años, haciendo suponer que su pena era extremadamente honda, o que su recuperación tardo un poco más. Hay que agregar que el señor Blanco volvió notablemente más fuerte de lo que era antes del proceso...                         

Los pacientes aparecen en las afueras de Asís, algo desorientados y confusos, no tienen noción de los días que han pasado desde el inicio de los síntomas hasta su resucitación. Es notable también el hecho que su objeto de amor aparece desvalorado, y no expresan cuando por él se les pregunta ningún tipo de apasionamiento.

Una vez se termina el examen físico de rigor para los 'retornados', se ha comprobado que en general la vuelta trae consigo un mejoramiento de las cualidades que antes poseía, la mayoría lo hace más inteligentes y con más sabiduría.

 Aunque valga la aclaración, que no son todos, hubo varios casos en los que el paciente volvía una y otra vez a buscar proximidad con la noxa y se repetían el proceso hasta el agotamiento del cuerpo y la muerte definitiva: estos casos suman un total de 56 de los 1008.

Asís sigue siendo un pueblo paradójico, de muertos vivos y enamorados zombies. El Dr. Crepúsculo murió por última vez en el año de 1918, dejando un trabajo hermoso pero incompleto que ahora sirve de base para el estudio de las consecuencias del amor y otras patologías inexplicables. 

Última actualización ( Sábado, 28 de Octubre de 2017 08:44 )  

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