Adiós al pasado: carta abierta al nuevo gobernador de las islas

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HAROL.BUSH2Señor gobernador: la gran mayoría de isleños depositamos un voto de confianza en usted con la convicción de que encarna nuestro deseo de cambio dejando el pasado donde debe estar. Algo que sólo se podrá lograr a través acciones gubernamentales adecuadas, correctas y orientadas a mejorar nuestras vidas y las islas y no a servir proyectos privados sin mirar hacia atrás.

Su triunfo se sintió como una bocanada de aire fresco que nos devolvió la ilusión de que podemos salir del atestado espacio de desesperación y superar el desgarrador tiempo perdido que nos dejó el pasado, marcado por el fracaso, la ineptitud y la corrupción moral que no sólo han ignorado las necesidades prioritarias sino que las han dejado descender hacia puntos de casi no retorno.

Hay tres cosas que la mayoría quiere enfatizar hoy. Primero, que le dé la cara a la comunidad y sus necesidades. Segundo, darle la espalda al pasado porque el voto de confianza depositado en usted es con miras hacia el futuro y de desconfianza en ese pasado que queremos olvidar. Tercero, que haya ausencia de caos.

Después de los hechos de los últimos años, la sola ausencia del caos huele a progreso. Pero hay mucho que hacer. Y el voto histórico que recibió le otorga no sólo una responsabilidad igualmente histórica sino un mandado y una plataforma no sólo para ignorar ese pasado sino también para marcar un mejor futuro con acciones positivas y efectivas.

El gobierno que preside desde hoy es resultado de una protesta ciudadana sin precedentes que marca el inicio de un nuevo ciclo en la vida de todos. Esto hace que cualquier decepción vaya a doler más. Hay que ser franco: hay nerviosismo con optimismo.

Confiamos en que usted no sólo nos ayude a superar las dificultades recientes, sino también a asegurar que en estos cuatro años y hacia el futuro la sombra pestilente del pasado no descarrile el camino de progreso que le hemos marcado y que usted debe ejecutar.

El progreso sólo se puede asegurar sacando las manzanas podridas del saco y así neutralizar las fuerzas de la corrupción, la indiferencia y la ineptitud que nos han negado progreso, paz, salud, seguridad, es decir, casi todo. Hasta la sonrisa y la esperanza. Y ha traído sólo miedo, preocupación y desamparo.

Queremos ver a un gobernador, un gobierno y una gobernación que le responda a las islas y sus problemas y respete a los isleños.

No queremos que la verdad de lo que pasa en el Coral Palace esté subyugada a un populismo barato, condescendiente y esquivo que esconde la búsqueda de riqueza personal. Que las acciones se orientan por y desde rincones privados.

No queremos ver el progreso y el cambio de nuevo reemplazados por el retroceso, la incompetencia política, la impunidad personal, la falsa promesa o un proyecto político fútil, rebuscado y retorcido de intenciones dudosas. No queremos volver a ver el cinismo en las falsas intenciones de una gobernación exenta de humanidad y propósito.

Queremos que el tono positivo de hoy siga por mucho tiempo y se nutra con el paso de tiempo por sus acciones y logros a favor de todos.

Es imprescindible que no se aísle de los isleños, de las islas y de los problemas. No tendrá una tarea fácil porque el pasado le ha dejado trampas y un camino minado de intereses e irregularidades enquistadas y de deseos de verlo fracasar, pero la comunidad le dará una mano, le guiará y entenderá mejor sus dificultades y fracasos.

Juntos se podrá superar el difícil camino adelante, pero sin acciones mal intencionadas, negligencia o burla de los procesos democráticos y legales. No deje que el pesimismo se instale de nuevo en las islas. Convertir sus promesas en realidad sólo será exitoso con el pasado en el pasado y la comunidad a su lado.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresan

 

Última actualización ( Lunes, 01 de Enero de 2024 15:05 )