¿Manos a la obra?

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Igualmente, una obra tiene diferentes usos: arquitectónico, artístico, estético, en fin, algo planificado, elaborado con sumo cuidado y detalle. Entra en colación, por ejemplo, la famosa serie de Netflix ‘La Casa de Papel’ como una obra de arte.

No obstante, ni a lo uno ni a lo otro me refiero.

‘Manos a la obra’ podría ser el término usado por quienes toman ‘por derecha’ los bienes culturales y patrimoniales de una comunidad. Me refiero a los sumergidos desde antaño en la porción de mar entre las islas de Providencia y Santa Catalina.

Como bien es sabido es la zona del canal natural para las embarcaciones desde siglos atrás, que ha sido revolcada tanto por el fatídico IOTA como por el reciente dragado.

Por lo tanto, han salido a la luz pública objetos que pueden ser desde los residuos sólidos sumergidos por antepasados o los de antier en la tarde. La humanidad observa el océano como un basurero inacabable.

Tanto así que, en el futuro, podrán conocer de los usos y costumbres de la actualidad basados en nuestro rastro de residuos. Lo simpático de esto último es que, cumplidos más de cien años de estar allí, pasan a ser patrimonio cultural sumergido de la Nación.

Dicho de otra manera, la Nación será propietaria de nuestras basuras como también lo es del rastro dejado por navegantes cien y más años atrás.

La ley 1675 de 2013 define un régimen especial de salvaguardia, protección, sostenibilidad, divulgación y estímulo para los bienes del patrimonio cultural sumergido de la Nación que sean declarados como bienes de interés cultural. Es decir: Patrimonio Cultural Sumergido.

He aquí el meollo del asunto: "en los métodos utilizados para la exploración, recuperación o explotación del Patrimonio Cultural Sumergido se deben priorizar la conservación y garantizar el menor deterioro posible para lo cual deberán valerse de las técnicas y procedimientos arqueológicos internacionalmente reconocidos y aceptados."

Por lo tanto, todo proceso de intervención deberá recuperar la mayor cantidad de información contenida en el contexto arqueológico.

Y aquí viene el ‘baskit pepper’ para ponerle sabor al asunto: "quien de manera fortuita encuentre bienes que forman parte del Patrimonio Cultural Sumergido, en el curso de las veinticuatro (24) horas siguientes del regreso a tierra deberá dar aviso inmediato a la autoridad civil o marítima más cercana, y estas, a su vez, deberán dar aviso inmediato al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH)", dice la ley.

El asunto va desde el ‘bla bla bla’ cotidiano hasta la ausencia institucional, pasando por, la enciclopedia azul: facebook, donde todo se sabe. Pero, ni el ‘bla bla bla’, ni lo socializado en redes sociales constituyen una denuncia, son simples socializaciones de una problemática.

Manos a la obra entonces, para eso están las instituciones. En pocas palabras: menos chismes, más denuncias a la autoridad competente. Por cierto, ¿del ICANH ya comenzaron a armar la carpa y a desempacar maletas en las islas Providencia y Santa Catalina?

*socio fundador de Help 2 Oceans Org

http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1675_2013.html

Última actualización ( Viernes, 02 de Abril de 2021 11:01 )