Time to rescue Old Providence

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kentAlguien dijo que IOTA nos ha ‘desnudado’. Nada más cierto. Las raíces de los nativos de las islas de Providencia, Santa Catalina y San Andrés, están expuestas al desarraigo. Después de un mes el desespero es evidente, el cansancio vence cuando más se requiere de fuerzas para unir voluntades en la construcción de un camino.

Y han venido de muchas partes personas y organizaciones dispuestos a armarnos de valor para vencer la adversidad, y de conocimiento. ‘La crisis es una oportunidad’, conocida frase, pero hay que ajustar y construir para aprovechar, avanzar y superar desafíos. Y van llegando manos y mentes en apoyo y ayuda.

Por ejemplo: “Hola a todos. Mi nombre es Laura Canevari, soy especialista en adaptación al cambio climático, con enfoque en islas del Caribe. Vivo en Panamá, pero Providencia es mi segundo hogar. Disponible para apoyar en todo lo posible, especialmente formulación de proyectos / inversiones resilientes al clima. Espero podamos comenzar a unir los esfuerzos de diferentes grupos, para poder articular un plan integral, sistémico, desde la comunidad, y con una visión de resiliencia y sostenibilidad a largo plazo. Cuenten conmigo”.

Sumando esfuerzos es lo que nos ofrece Marcela Huertas de ‘Green Center’ quienes tienen la capacidad de poner a nuestro alcance personas de organizaciones altruistas con recursos técnicos y financieros como son:

-Dory Peters, de Navajo Nation

-Patricia Rodríguez, de Innova Capital Partners

-Omar Vargas, de Siemens

-Natalia García de Castro, de Siemens Foundation

-Roy Torbert, de Rocky Mountain Institute

(Queda pendiente confirmación del Rockefeller Foundation, entre otros).

Precisamente ejecutivos de estas organizaciones estarán presentes en las islas esta semana verificando el estado de personas y propiedades, dispuestos a escuchar propuestas y proyectos.

Canevari –que conocemos desde pequeña, junto a su madre Consuelo Luzardo–, con doctorado en 'cambio climático', escribe:

“Tenemos que apoyar al pueblo raizal a que se organice resolviendo problemas. Esto además, a nivel moral y psicológico va a ayudar mucho a los isleños a comenzar a forjar la visión 2050 y una hoja de ruta ‘para las islas y por las islas’ y cuando tengamos una base en eso, empezar el proceso para legitimizarla”.

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El liderazgo de la Autoridad Raizal es instrumental y en torno a él una unidad funcional de otras entidades raizales para convencer a propios y al apoyo nacional e internacional sobre su capacidad de adaptación y de cambio, en la determinación de resembrar con emprendimiento, con creatividad y sobre todo, con acciones constantes, para construir el camino adecuado de solidaridad en proyectos colectivos e individuales que establezcan el ‘buen vivir’ y el atractivo para ese turismo pertinente y respetuoso de las personas y de la naturaleza.

Otro camino, definitivamente, podría ser caótico y causar despojo a los raizales, quizás más que las consecuencias de la ley 127 de 1959, que estableció el Puerto Libre en las islas.