Buenos Aires está lleno de leyendas. Hay unas vivas, muchas muertas, unas con canciones y otras con poemas. Una de mis favoritas, del siglo XVII, es la de Camila y Ladislao: Camila O ‘gorman, una niña porteña bien, educada en la rigidez de la religión y los buenos modales de la época, de blanca tez, familia pudiente y con una abuela medio puta.