El lunes en la mañana volví al colegio. Y aunque no era el mío, no hizo falta que supiera como llegar a la biblioteca, hay un hilo conductor entre los lectores y las bibliotecas. Después me llevaron, ahora sí, tomada de la mano, a la sala de informática, ahí sería el taller que daría para la Feria del libro de San Andrés y Providencia (FILSAI).