Home Opinión Columnas El Atlas del Caribe
  • Increase font size
  • Default font size
  • Decrease font size
Search

elisleño.com - El diario de San Andrés y Providencia.

JA slide show
 

banner_Welcomw6622.jpg

El Atlas del Caribe

Correo Imprimir PDF

Cuando escritores consagrados como Sabater, alternan lo eminentemente académico poniéndole más gracia a la literatura hablando de futbol, mi admiración crece como crecen los hijos cuando estás ausente.

 

Y es que el periodismo como lo literario, son dueños de una prole de vivencias únicas en el arte de hacer cosas, de decirlas, de armarlas, cual rompecabezas que terminan siendo  obras de reconocimiento universal.

Escribir sobre un reality podría catalogarse como algo banal fuera de contexto en una Nación con una violencia demencial, que convierte lugares hermosos en pueblos fantasmas y al barrio de la tiendecita donde compre mi primera librita de arroz en teatro de muerte y desolación.

Pero los que tenemos la dicha de escribir, no podemos sustraernos de lo que está aconteciendo a nuestro alrededor y toca como hombre social y abierto a la vida, unirse a la horda fanática que tienen los realities y que nos unta de orgullo Regional lanzando gritos y rugidos como si estuvieras en un estadio; o frente al televisor, cuando la selección Colombia vota el gol de la clasificación al mundial.

Mientras escribo esto en mi casa están todos de mal humor, el único que mantiene la calma soy yo, estoy con ellos pero tengo problemas mayores, me acaba de llegar el recibo del celular y el de la energía, y allí comienza mi propio reality, porque alguien dijo: “vida es todo lo que va pasando, mientras tu ríes, cantas, lloras, y pagas deudas”.

Jonathan Cure Simmons, no fue un participante más en El Desafío de Caracol.

El es un hombre que viene -para muchos aún-  de un pueblo lejano, para el colombiano común y corriente tan lejano y exótico como Tum- Buc-Tu o las Murallas Chinas.

Hace parte de un conglomerado de jóvenes estigmatizados por el narcotráfico, que tuvo la oportunidad de erguirse como un Gladiador  Africano de otra época, de otros días, en que su raza combatía con fiereza por su libertad.

Jonathan participó con hidalguía, con una humildad que lo ayudó a perder los 300 millones.

Lo digo por su contrincante, Ayder, quien siempre perdió la compostura y fue demasiado arrogante. El no tiene la sangre real de los llamados hermanos mayores, y por eso su comportamiento fue más citadino que ancestral. Jonathan respondió tanto a sus ancestros, que una Colombia inconsciente y mayoritaria geográficamente que las islas, respondió más al llamado arribista del que a la voz siempre respetuosa del isleño.

El Atlas del Caribe que se llama Jonathan Cure Simmons, dejó un mensaje positivo de su participación al ganar el Brazalete Dorado, máximo premio al guerrero en el Campo de Batalla.

Lo de Bogotá del día martes en la noche fue cosmético y pendencieramente  electorero.

Por el contrario, si se demostró a través de Jonathan que nuestra juventud no tiene sueños irrealizables sino aplazados. También que estamos hechos de un material labrado en oro, con toda la capacidad y calidad humana para ceñir el cetro de campeones.

Por último, quiero terminar diciendo que me gusto la manera como se movilizo al archipiélago, desde su Gobernador hasta el habitante más humilde.

Gracias a la Colombia que nos acompañó.... Jonathan nos representaba a todos y aquí en la Isla de los Milagros los esperamos para seguir hablando y preguntarles  si ellos no creen que de alguna manera le pegaron un golpe al cariño soberano.

Última actualización ( Sábado, 11 de Septiembre de 2010 09:46 )  

Welcome Caribe

216

Welcome_218_-_1.jpg

BANNER-LATERAL-WELCOME.jpg

Indicadores Economicos

Translate this page

Síganos en Facebook

Descarga Firefox


CASABLANCA.CUADRADO

WhatsApp Image 2024 12 27 at 22.25.23

WhatsApp_Image_2024-06-06_at_7.32.39_AM.jpeg

DoIt.jpg

SOPESA.BANNER.NUEVO01.jpeg

GESA NIFF02