La política Colombiana ha manifestado diversos matices a lo largo de su historia; Colombia hoy por hoy, está creciendo en todos los ámbitos, los problemas estructurales también van a la par de la vanguardia del siglo XXI, por este motivo, hay que innovar, actualizar, capacitar, tecnificar y solventar con buenas ideas los proyectos que nuestro país tiene que enfrentar.
Ser Senador de la República implica una enorme responsabilidad, desde luego, ser un servidor de Colombia, acarrea días y noches de arduo trabajo en aras de sopesar las necesidades y demandas que Colombia exige a diario; es un trabajo para personas comprometidas, transparentes, que independientemente del partido al que se haga parte o la ideología política, lo que importa es sacar a nuestro país por las sendas del bien y luchar por quien lo necesita.
Los sectores marginados por la violencia, por la pobreza y por la corrupción, son los referentes focales de mi trabajo, pues son ellos quienes sufren a diario y pierden cualquier esperanza de salir adelante; son ellos quienes en últimas inspiran a un buen político, inspiran la verdadera filosofía política y el deber ser de la misma.
Así pues, el deseo de asumir dicho cargo, está enmarcado en una silueta ética sobre las bases de la buena y verdadera política colombiana, conjugando instrumentos coherentes y pertinentes para elaborar y desarrollar proyectos que se implementarán en pro de la comunidad. En un principio, el trabajo estará encaminado a satisfacer problemas a la orden del día, pero progresivamente, la labor irá tomando rumbo hacia el crecimiento económico, político, social, rural, urbano, de sostenibilidad financiera, proyecciones nuevas y seguridad nacional.
En este sentido, hay que cambiar la manera obsoleta de hacer política en este país, nuevas ideas, nuevas estrategias, juventud en las altas esferas, e integralidad académica reflejan el compromiso que día a día bajo esta estirpe quiero asumir para solventar lo ya mencionado.
Mi compromiso es con Colombia, con los que votarán por mi y con los que no, demostrando siempre una estreches entre lo profesional y lo público, entre lo técnico y la academia, entre la honestidad y la palabra; los hechos hablarán por si solos y serán la evidencia que den fe de las acciones y los buenos hechos.
Yo William Bush Howard, tengo la vocación de server a quien lo necesita, de trabajar por un mejor país, de trazar objetivos y metas y cumplirlas cabalmente una a una; Colombia, será testigo del buen trabajo mío y de mi equipo de trabajo, que sin duda alguna fomentará la iniciativa del ejercicio político a las juventudes que vienen detrás para convertirse en líderes del mañana.
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