No es cierto que la ‘civilización’ llegó al archipiélago con el llamado Puerto Libre. Antes, mucho antes que esa nueva economía se formó una sociedad durante más de 300 años, con amantes de la libertad, del orden, de la disciplina y observadores de las leyes de la naturaleza.
El poblamiento más estable sobre estas islas, antes del puerto libre, se produce por las migraciones de europeos, principalmente a través de Jamaica, con africanos sometidos, americanos y asiáticos.
Los británicos arrebataron de los españoles la isla de Jamaica alrededor de los 1650´s y establecieron en ella una de las poblaciones más prósperas de la época en esta parte de la tierra.
Black River tuvo luz eléctrica antes que la ciudad de Nueva York y con ese puerto era por donde mantuvimos comunicación fluida entre Jamaica, territorio colonial del Reino de la Gran Bretaña y el archipiélago de San Andrés, Old Providence y la costa de la Mosquitia, colonia del Reino de España.
Cuando se produce la ruptura hace 200 años ya las islas de este archipiélago estaban bajo el gobierno y la administración del Virreinato de Santa Fe y el territorio, incluyendo la Costa de la Mosquitia, se administraba desde las islas.
La población tuvo siempre un destacado nivel de instrucción y conocimientos en muchos temas. La esclavización fue atacada frontalmente desde el 1 de agosto de 1834 por Philip B. Livingston, quién además se dedicó a educar a los afro liberados y a instruirlos en diversos oficios.
Puerto ¿libre?
Cuando llegó el Puerto Libre las islas eran territorios libres de analfabetas, de exclusión, de indiferencia, de intolerancia, de agresión a la naturaleza y sin contaminación.
Para esa fecha nuestros capitanes ya habían navegado por mares y ríos con las tropas que liberaron el sur de la invasión y luego fundaron con otros, la Armada Nacional como se conoce hoy; nuestros abuelos antes del puerto libre rechazaron las propuestas de independencia que los panameños les propusieron al formar su república.
Mar, tierra y población convivieron antes del puerto libre, aún siendo lo más densamente ocupado dentro de la superficie nacional desde que se conocen las estadísticas de poblamiento en Colombia.
Exportamos cocos a los Estados Unidos, vendimos naranjas al mercado de Cartagena y fuimos autosuficientes en abastecernos en gran parte de los alimentos necesitados. Antes del puerto libre, tuvimos casas, escuelas y tierra.
Las bellezas del mar, de las islas, de la gente que hoy estimula nuestro turismo, están con nosotros desde antes del puerto libre y era en mas cantidad y calidad.
Todo tiene que ver con el poblamiento que está desbordado irresponsablemente
Las consecuencias saltan a la vista, las padecemos.
Unas islas en medio del Mar Caribe como las nuestras, sobre cargadas en todo sentido, con una densidad de población superior a 2000 personas por kilómetro cuadrado no pueden ser sostenibles, ni sustentables.
La ausencia de información y de políticas adecuadas nos deja con pocas opciones de cambiar el rumbo perverso que ahora nos condena a perecer.
Podemos hacernos tantas preguntas y al fondo todas las respuestas obligan a encontrar soluciones en el control al poblamiento.
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla