Un grupo de 23 esculturas de aproximadamente 2.80 metros de altura cada una, diseñadas por las artistas Doris Londoño y Luz Carmiña Cruz se han convertido en motivo de controversia tras los señalamientos formulados por el pastor Rupert Flórez en Providencia.
El predicador señaló que las obras tienen un alto contenido satánico y promovió una campaña para evitar su montaje y exposición pública. A su turno las artistas anunciaron la instauración de una demanda contra Flórez por injuria y calumnias.