
El huracán Melissa arrasó el suroeste de Jamaica con vientos de hasta 295 kilómetros por hora, dejando una estela de devastación y miles de personas incomunicadas. Luego siguió a Cuba y Bahamas, más débil, pero con fuerza de picos devastadores. Fue el golpe más violento que han sufrido estas poblaciones en más de una década._Capacitación en gestión del riesgo.
"Jamaica está destruida", sintetizó Emiliana Bernard, embajadora de Colombia en la isla, quien en diálogos con El Tiempo, EL ISLEÑO y otros medios, pidió a la comunidad internacional de naciones enviar asistencia urgente a los damnificados. Colombia respondió de inmediato mandando dos buques de la Armada Nacional cargados de ayuda humanitaria.
Según Bernard, alrededor de las 7:00 p.m. el martes 30 de octubre finalizó el devastador paso del huracán Melissa por Jamaica, aunque hubo lluvias y vientos con algún tipo de riesgo al menos por ocho horas más. El primer ministro de la isla, Andrew Holness, declaró al país como "zona catastrófica".
Por su parte, Desmond McKenzie, ministro jamaicano de Desarrollo Comunitario, responsable de la respuesta ante desastres, informó que hubo poblaciones aisladas y carreteras intransitables en diversos municipios por varios días describiendo la destrucción en la ciudad de Saint Elizabeth como la de mayor afectación.
Por último, los datos proporcionados por la Compañía de Servicios Públicos de Jamaica dieron cuenta que más de 530.000 personas, alrededor del 70 % de sus clientes, quedaron sin servicio eléctrico en el país tras el paso de Melissa.
"Cómo embajada estamos muy atentos a los reportes de la Cancillería y el Gobierno de Jamaica. También, vamos a canalizar apoyos para que Colombia pueda darle la mano a Jamaica", comentó Bernand, reconociendo que la preparación del país antes, durante y después fue buena, intensiva y veloz.
Por otra parte, la diplomática isleña –oriunda de Providencia– dijo que el sistema de gestión del riesgo de desastres en Jamaica estuvo a la altura de la situación.
Buena preparación
"La preparación fue buena, intensa y rápida. Por ejemplo, pusieron a funcionar los protocolos hace ocho o diez días, cuando se supo que el huracán venía hacia la isla; hicieron visitas casa a casa; utilizaron los medios oficiales para educar a la gente y mostrarles dónde estaban los albergues", explicó.
Se dispusieron 800 albergues en toda la isla. "Desafortunadamente, no todos fueron utilizados, buena parte de la población aún es algo reacia a dejar sus propiedades en su casa", agregó.
De acuerdo con la embajadora, el gobierno de Jamaica se tomaría al menos ocho días para hacer las evaluaciones del paso de Melissa, así como administrar las ayudas disponibles para los 15.000 refugiados que permanecen en los albergues.
Bernard explicó que al declararse al país como "zona de catástrofes", el gobierno queda habilitado para recepcionar todo tipo de ayuda privada, pública, de otros países, entidades u organismos multilaterales. También donaciones individuales que serán destinadas a un fondo para los damnificados.
Por último, también aclaró que existe un registro de al menos 320 colombianos en esta nación caribeña; pero que podría haber más, dado que no todos se registran ante esa oficina o se habrían movido a otros países.
Fortalecer gestión del riesgo
De otra parte, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, se reunió con el gobernador Nicolás Gallardo, para revisar los avances en materia de gestión del riesgo en el Archipiélago.
Hablaron, además, del proyecto de restauración coralina que se adelantará en asocio con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón.
En efecto, uno de los temas tratados fue la entrega anticipada de 22 toneladas de asistencia humanitaria de emergencia, por la cercanía de la (entonces) tormenta tropical Melissa en aguas del Caribe.
Dichos implementos, tales como kits de alimentos no perecederos y elementos de primera necesidad, fueron transportados en una aeronave Boeing-767 del Grupo Aéreo del Caribe (GACAR), como preparación y prevención ante posibles emergencias que puedan presentarse en el territorio insular.
Lo anterior, porque la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) es parte del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD); y como parte de las acciones para fortalecer la preparación y respuesta en San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Valiosa oportunidad
Otro de los temas abordados fue el proyecto de restauración de corales, impulsado por la UNGRD y apoyado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Presidencial de Cooperación (APC) Internacional de Colombia.
Entre los objetivos del mismo se tiene la realización de un curso denominado ‘Coastal and Marine Ecosystem Conservation Management for Global Biodiversity Goals’, que se desarrolla en Okinawa del 4 de noviembre al 14 de diciembre.
Esta iniciativa hace parte de un proyecto triangular entre Japón, Colombia y naciones del Caribe, que busca potenciar los conocimientos necesarios para lograr la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas costeros y marinos, en pro de la gestión eficaz de las áreas protegidas en el país de cada participante.
Entre los profesionales del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que tienen la oportunidad de acceder a esta capacitación en el país asiático, están los biólogos Nacor Bolaños (Coralina) y Darson Archbold (Parques Nacionales); y los biólogos marinos Josselyn Bryan y Rubén Azcárate.



















