
En el marco de la Expedición Seaflower Wise, académicos dialogaron con pescadores y público en general sobre algunas de las especies marinas con menos individuos en el territorio insular. Contaminación y reducción del hábitat hacen parte de las causas.
Por estos días, científicos de diferentes regiones del país llegaron a San Andrés para investigar, monitorear y hacer análisis acerca de la situación de los ecosistemas locales y sus posibles afectaciones por la intervención humana.
Es así que, en medio de una de las ponencias establecidas en la expedición, se creó un espacio para hacer una revisión sobre este tema, encontrando que el Archipiélago se encuentra en un momento neurálgico en el que cada vez más se necesitan acciones concretas para la preservación de su fauna.
De esta manera, de la mano de los asistentes se dibujó un escenario en el que los peces, como el parrot fish están siendo amenazados y se identificaron las causas más evidentes de ello, encontrando que la contaminación del mar es uno de los principales catalizadores de esta problemática, pues la mala disposición de los residuos tiene una injerencia clara en la pervivencia de la naturaleza.
Del mismo modo, se discutió acerca de cómo los altos niveles de ruido provocados por algunas embarcaciones pueden alterar a los animales, los cuales cambian su comportamiento y, en ocasiones, se desplazan.
Por otra parte, y no menos importante, se estableció que la inclusión de algunos actores como el pez león –especie invasora– es uno de los retos más importantes que tiene la isla para mantener un equilibrio ambiental; sobre este punto se destacaron los esfuerzos desarrollados por algunas organizaciones para controlar sus poblaciones.
Además, se escuchó atentamente a las personas, quienes aportaron parte de su conocimiento empírico sobre las aguas isleñas y lo mejores métodos para beneficiarse de estos recursos sin atentar contra los entornos naturales.
Desaparición de especies: ¿qué hacer?
El profesor Arturo Acero de la Universidad Nacional de Colombia fue uno de los expositores, quien recalcó la necesidad de articularse para no permitir la desaparición de estas especies, pues son un pilar de la economía y cultura insular.
“La idea fue dialogar con la comunidad estas temáticas sobre los peces, en especial las comerciales. Lo que hemos visto es que algunas han ido desapareciendo y ya prácticamente están ausentes de nuestros ambientes costeros”, dijo Acero.
Del mismo modo, el docente concluyó que –como consecuencia de lo narrado– se registraron cambios de los hábitos alimenticios, lo que ha hecho que se consuman algunos peces foráneos o de estanque como la tilapia en mucha mayor medida que en años anteriores.



















