Una publicación científica de la revista ‘Proceedings of the Royal Society B.’ reseña una investigación que determinó, que a causa del cambio climático, algunas tortugas marinas están poniendo huevos antes de lo previsto; denotando que cada vez son más las especies obligadas a transformar sus hábitos, por cuenta de la crisis climática.
Un equipo liderado por Mollie L. Rickwood, del Centro de Ecología y Conservación de la Universidad de Exeter (Reino Unido), analizó 30 años de datos de anidación de alrededor de 600 tortugas verdes (Chelonia mydas) en las playas del norte de Chipre.
En los resultados, los investigadores explican que este cambio en su comportamiento se debe a que las hembras buscan la forma de hacer frente a las altas temperaturas, que se han registrado en los últimos años.
El equipo señaló, además, que en los resultados ya se conocía que el sexo de la mayoría de las especies de tortugas está determinado por la temperatura de incubación. Es decir, que las hembras pueden nacer cuando se registran temperaturas cálidas, mientras que los machos con temperaturas más frías.
Sin embargo, por el incremento de las temperaturas, en el mundo están naciendo más hembras que machos, lo que podría debilitar –a juicio de los investigadores– las poblaciones de tortugas marinas; además, podría ser letal para los huevos.
Sobre el estudio en particular
Rickwood, en un comunicado, indicó que tomaron como punto de referencia la disminución de la población de estas especies; luego, de la mano de la ecologista Annette Broderick, analizaron 30 años de datos de anidación de alrededor de 600 tortugas verdes que habían anidado al norte de Chipre.
Entre los datos que recopilaron, estaban el número de crías exitosas en cada nido y las temperaturas durante la incubación; posteriormente, tras varios análisis, el equipo encontró que las hembras individuales anidaban antes, a medida que subían las temperaturas.
Adicionalmente, descubrieron que ponían huevos al menos seis días antes, por cada aumento de 1° Celsius en la temperatura.
“Es la primera vez que alguien observa tortugas individuales y encuentra cómo están cambiando”, recalcó la investigadora Rickwood.
(Con información de El Espectador - Foto: Brocken Inaglory - Wikimedia)