Este martes 4 de febrero se llevó a cabo en las instalaciones del hotel Aquamare, un taller sobre los recursos de la Inteligencia Artificial (IA) y su aplicación para la economía de las islas, con énfasis en el comercio y el turismo.
El evento fue dirigido por el ingeniero de sistemas y experto Alejandro Medina, quien orientó a los asistentes sobre esta tecnología del presente.
El especialista destacó que la evolución de la IA es un proceso paulatino que ha tomado velocidad en los últimos años, aunque los inicios de la misma datan desde el siglo XX.
Tomando como punto de partida este periodo, el expositor se propuso profundizar en las particularidades de las diferentes etapas que ha atravesado la humanidad y sus impactos. De acuerdo a lo conversado, se inscribió a la IA a partir de tres grandes momentos: la IA Regenerativa, la IA General y, por último, la Súper IA.
Así pues, se explicaron los efectos de cada tiempo y las posibilidades de potencializar los negocios mediante estas herramientas.
Agilizar procesos
Uno de los ejes centrales en el taller giró en torno a la posibilidad de agilizar procesos mediante esta tecnología; el tiempo que se dedicaba a tareas básicas como leer reseñas de los negocios en internet de manera manual, ahora pueden ser realizados por medio de estos recursos digitales a la mayor brevedad y con un orden milimétrico.
Del mismo modo, se buscó que los asistentes aterrizaran lo aprendido a sus casos específicos, fomentando la creatividad y apropiando un conocimiento que es vital para el éxito de las personas en la actualidad.
Diferentes tipos de inteligencia artificial también fueron presentados, buscando a que el público conociera más acerca de su gran avance y las maneras en que esta puede ser una ventaja competitiva en los distintos campos en los que se desarrolle cada uno.
El 'futuro actual'
Al tiempo, el tallerista mostró la necesidad que tiene la población de adaptarse a esta tecnología que corre veloz, pero que es piedra angular de lo que será de ahora en adelante la economía, sociedad, educación, salud y hasta la vida misma.
El turismo en San Andrés tiene un gran margen potencial de mejora con estos avances, pues el límite parece infinito y se le permite explorar nuevos mercados, crear promociones más efectivas y conocer a detalle al público objetivo.
“La idea es ir más allá de capacitar; se trata de dar un panorama amplio de cómo esto va a impactar socialmente, mentalmente y, lo más importante, la manera en cómo podemos aplicar en sectores como el comercio y turismo”, explicó el profesional.