En el marco del proyecto ‘Fortalecimiento de la gestión del riesgo para incrementar la capacidad de respuesta en el Archipiélago’, el Jardín Botánico de San Andrés viene desarrollando viveros experimentales para la siembra de manglares, los cuales avanzan de manera satisfactoria.
El profesor de la Universidad Nacional (UNAL), Sede Caribe, y director del Jardín Botánico, Jairo Medina, lidera esta importante iniciativa, que a la fecha culminó con la primera fase experimental, la cual consistió en la siembra en un ambiente controlado de las plantas de manglar. Actualmente se ejecuta la replantación en puntos estratégicos como el Parque Regional Old Point.
"El trabajo se enfoca en los procesos de restauración de manglar desde que son semillas; por esto se han desarrollado estrategias para su propagación", explicó Medina, quien además indicó que ya están monitoreando las especies plantadas.
"Llevamos un año haciéndoles seguimiento a las plántulas para evidenciar su crecimiento, mortalidad, herbivoría, quién la consume y cómo se adaptan a estos ambientes que han sido afectados por eventos naturales”, agregó el profesor.
A la fecha, se han cultivado experimentalmente un total de 900 plantas (300 de mangle rojo, 300 de mangle negro y 300 de mangle blanca). El objetivo final, según el profesional, es "desarrollar técnicas para aplicarlas en la implementación de soluciones basadas en la naturaleza que disminuyan la vulnerabilidad de las poblaciones costeras ante amenazas del medio marino".
Resiliencia
El ecosistema manglar es de los más afectados en el Departamento Archipiélago en los últimos años; la tala indiscriminada, contaminación y el embate de fenómenos naturales, son algunas de las causas de su pérdida.
Recientemente, un informe sobre los cambios en la cobertura y uso del suelo en Colombia, realizado por Biomaps, una herramienta virtual que analiza dichos aspectos en los últimos 40 años, reveló que el país ha perdido 6,5 millones de hectáreas de vegetación natural; en San Andrés, en el mismo período se habrían perdido el 74,2% de los manglares.
En Providencia, según datos de la Corporación Ambiental, después del huracán Iota, se registraron pérdidas aproximadas al 80% de los manglares.