La tercera semana de septiembre el Grupo Litoral captó la atención del mundo empresarial de las islas con una serie de eventos que tuvieron como epicentro la inauguración de su nuevo ‘showroom’. Sin embargo, también se aprovechó para adelantar otros actos de notorio impacto como ruedas de negocios y una gran feria comercial, entre otros. Welcome Caribe dialogó con su gerente general, Víctor Henao, quien describió el espíritu del suceso.
¿Qué se buscó con los eventos realizados por el Grupo Litoral?
Fue una semana de celebración en el marco de la inauguración de nuestro nuevo showroom. Sin embargo, más que un motivo para la apertura, el enfoque principal fue reunir a todos los que han contribuido con nuestra empresa. Primero, agradecemos a nuestro equipo de 104 empleados, quienes se comprometen y sacrifican a diario.
También reconocimos a nuestros clientes, que confían en nosotros apoyándonos, y a los proveedores que nos permiten manejar sus productos.
Y, desde luego, a los socios fundadores que también merecían un reconocimiento, especialmente porque gestionar un negocio a distancia en un lugar como San Andrés es un reto. A menudo, escuchamos quejas sobre la dificultad de hacer negocios aquí, pero esos desafíos no han impedido que se continúe creyendo e invirtiendo en la isla.
En resumen, el evento fue una ocasión para expresar nuestro agradecimiento colectivo por la confianza depositada en el equipo del Grupo Litoral.
¿La actividad tuvo también un enfoque comercial?
Sí, como negocio de ventas, organizamos dos actividades. La primera fue una rueda de negocios, donde invitamos a nuestros clientes, propietarios de negocios que revenden nuestros productos. Al día siguiente, realizamos una feria comercial. Aunque sí facturamos, la esencia del evento no era solo generar ingresos; queríamos también obtener un beneficio complementario a la inversión realizada.
¿En qué consistió la rueda de negocios?
Invitar a clientes permanentes de la isla y trabajar en conjunto con nuestros proveedores. Segmentamos a los clientes por tipo de negocio: supermercados, tiendas, minimercados, hoteles y restaurantes, para ofrecer una atención más personalizada. Durante la jornada, negociamos descuentos y ofertas, logrando facturar volúmenes superiores a lo habitual. Los clientes también podían hacer propuestas, lo que enriqueció el proceso.
¿Hubo ofertas especiales por la presencia de los proveedores?
Sí, ofrecimos descuentos exclusivos solo para ese día. Es un ejercicio importante para los comerciantes locales, ya que no siempre tienen acceso a este tipo de oportunidades.
¿Y cómo se organizó la feria comercial?
Hace seis años no realizamos ruedas de esta manera. Anteriormente, hacíamos una macro-feria del hogar en el centro de convenciones, donde colocábamos stands durante dos días. Esta vez, optamos por hacerlo en nuestras instalaciones segmentando a los clientes por horarios. La idea era que pudieran conocer el local y, en algunos casos, les hicimos un recorrido por la bodega para que pudieran ver y tocar los productos de nuestro portafolio. Así, el enfoque estaba en que los clientes se familiarizaran con nuestro surtido.
¿Cuál fue el resultado más allá de las ventas?
La evaluación fue muy positiva. La participación fue masiva, con un nivel de asistencia superior al 90% en todas las actividades. Aunque sí hubo un incremento significativo en la facturación, lo más importante fue que los clientes vinieran. Negociar fuera de su entorno habitual es beneficioso, ya que en su negocio están distraídos con sus propias obligaciones, mientras que aquí pueden concentrarse plenamente en la oferta.
¿Qué otros eventos hubo?
Al día siguiente de la rueda, realizamos tres eventos simultáneos. Uno fue una capacitación para barmans, donde invitamos a los mejores de la isla. Contamos con un capacitador de la Fábrica de Licores de Antioquia, quien tiene más de 25 años de experiencia en formación de barmans. Esta actividad se llevó a cabo el 18 de septiembre, de 10 a una de la tarde.
También realizamos una feria comercial en el ‘show room’ desde las siete de la mañana. Todos los productos tenían descuentos, comenzando con un 10% en electrodomésticos, y muchos artículos tenían otros adicionales que alcanzaban hasta un 40%. La respuesta fue excelente; al final de la tarde, el local estaba tan lleno que tuvimos que apresurarnos a bajar computadoras para poder facturar.
¿Qué propósito específico tuvo la actividad?
Buscamos que la gente viniera y conociera el local, desafiando la idea de que estamos alejados. A menudo, no tenemos ventas por impulso, ya que nuestros clientes vienen con una intención específica. Por eso, era importante mostrar que tenemos un buen surtido y que hemos remodelado el local para mejorar la experiencia de compra, incluyendo nuevas líneas de productos. La feria se extendió desde las siete de la mañana hasta las seis y 30 de la tarde.
En la noche, también realizamos una ‘cata de rones’ con maridaje, donde invitamos a un grupo más reducido de amigos y personalidades. En este caso, el enfoque no era comercial, sino más bien social. Así que ese día tuvimos tres eventos significativos.
Este último evento fue muy positivo porque los proveedores suelen estar acostumbrados a atender, no a ser atendidos. Ellos conocen el dicho de que el cliente siempre tiene la razón, pero aquí se invirtieron los roles. Por lo general, son ellos quienes nos llevan a conocer sus plantas y fábricas, pero al ser nosotros quienes los atendimos, se sorprendieron. Agradecieron las actividades ya que no es algo que esperan.
Por otra parte, tuvimos la visita de altos directivos de multinacionales, como los vicepresidentes comerciales del clúster andino, responsables de las operaciones en Latinoamérica. A propósito, me llenó de orgullo que muchos de ellos comentaron sobre el excelente clima laboral. Quedaron impresionados por la actitud de nuestros empleados, de cómo interactúan con los clientes y su compromiso.
BROCHE DE ORO
A propósito del clima de armonía ¿Cómo resultó el cóctel de cierre?
Fue un efecto de gran satisfacción. Interactuamos con todos estos actores diariamente, pero por separado. Tenerlos a todos juntos afianzó amistades y generó nuevas oportunidades de negocio. Fue una explosión de conexiones, incluso entre nuestros empleados y los clientes. La responsabilidad fue grande, pero me sentí tranquilo porque mi equipo se lució y todo salió bien. San Andrés brilló como escenario de este evento.
Además, a pesar de 'competir' con un gran evento como la Feria del Libro, tuvimos una muy buena asistencia, lo cual es un gran indicador de que San Andrés está preparado para más eventos de este nivel. No es común que dos actividades tan importantes ocurran simultáneamente en la isla, lo que resalta su capacidad para atraer certámenes relevantes.
La prueba está en que establecimos contactos con tres hoteles cercanos, pero cuando intentamos reservar más habitaciones, estaban completamente llenos. La ocupación de la isla esa semana estuvo casi al 100%.
Entonces ¿Qué puede esperar San Andrés como plaza del Grupo Litoral, considerando el crecimiento y las nuevas instalaciones?
Lo fundamental para el Grupo Litoral ha sido hacer negocios a través del fortalecimiento de relaciones. Aunque buscamos crecer y mostrar resultados, nuestro enfoque principal es mejorar el nivel de servicio, lo que implica un portafolio más completo y una atención clara y oportuna al cliente.
Estamos atentos a las dinámicas del mercado y abiertos a nuevas oportunidades, como nuestra reciente incursión en la instalación de aires acondicionados, que ya se ha convertido en una de nuestras líneas de negocio más importantes. También estamos trabajando en tecnología industrial para hoteles y restaurantes, con el objetivo de ser una solución integral.
Además, buscamos mantener una buena cobertura, atendiendo tanto a pequeños comercios como a grandes instalaciones hoteleras, sin descuidar ninguno. La clave es segmentar el negocio para que podamos atender simultáneamente a diferentes clientes.
Nuestra visión es identificar oportunidades y carencias en el mercado de San Andrés. Queremos comprender las necesidades del cliente y ofrecer soluciones efectivas, asegurando que el Grupo Litoral sea relevante en este entorno.
Por último ¿La buena acogida de la ‘Semana Litoral’ podría ser una forma de medir el éxito en la construcción de relaciones?
Sin duda, es un gran indicador. La asistencia fue muy positiva; recibimos a las personas que esperábamos y, además, varias viajaron específicamente para estar aquí. Esto es muy gratificante y nos dice que estamos haciendo algo bien. No se trata solo de recibir elogios, sino de generar un compromiso continuo para estar a la altura de ese reconocimiento. Esto nos motiva a seguir trabajando con dedicación y a mejorar constantemente.
¿Cómo está el mercado del Ron en San Andrés?
El ron ha enfrentado un fenómeno en Colombia, donde licores como la ginebra y los ‘alcopops’ han ganado terreno, mientras que rones, whiskys y tequilas han disminuido su participación. El aguardiente, sin embargo, ha crecido significativamente, lo que nos beneficia, ya que somos líderes en esa categoría. Sin embargo, en nuestro caso, hemos logrado ganar más participación en un mercado que se ha reducido. Esto significa que fuimos menos impactados que otros. Además, en septiembre, recibimos un reconocimiento de la fábrica por ser la región que más vende Ron Medellín en todas sus gamas. Hemos encontrado un equilibrio, permitiendo que el aguardiente impulse también al ron, lo que ha sido clave para mantener nuestra posición en el mercado.