Providencia y Santa Catalina es el epicentro de un nuevo proyecto auspiciado por el Fondo Acción, esta vez ejecutado por la asociación AgroProvidencia. Su meta principal ya se está consolidando: la conformación de un grupo piloto integrado por niños, niñas, jóvenes y mujeres, para mejorar los conocimientos y la respuesta frente a los efectos del cambio climático.
Pablo Devis, coordinador de Cambio Climático de Fondo Acción, dió cuenta de este nuevo proyecto desarrollado en el Archipiélago (de siete en total), dentro del mecanismo del fondo de acción climática para niños, niñas, adolescentes y mujeres, que está siendo promovido en diferentes zonas del país.
Este proyecto inició en 2023 y se va a implementar hasta comienzos del próximo año, tendiente al diseño y fomento de un movimiento de niños, niñas, jóvenes y mujeres (NNJM) en aras de estar preparados y equipados para atender a la comunidad durante y después de una situación de emergencia asociada al cambio climático.
Jóvenes guardianes
Dentro de los objetivos particulares de AgroProvidencia, para esta iniciativa, se tienen:
Consolidar un grupo piloto de NNJM, que ya está formalizado y que se llama ‘Raizal Youth Guards’, con quienes se adelanta un modelo de formación para mejorar sus conocimientos en materia de agricultura, cambio climático, atención de emergencias y similares; todo muy enfocado a gestionar los riesgos y los impactos que genera la crisis climática en el municipio.
También, capacitar a mujeres lideresas en ese modelo formativo, de manera articulada con los docentes de ‘Fi Wi Roots School’: una escuela aliada del proyecto, encargada de impartir conocimientos sobre prácticas agrícolas ancestrales, gastronomía típica y cultura raizal en general.
“Todo esto ha sido un proceso muy bonito, liderado por los mismos jóvenes del movimiento, porque se nota que tienen una apropiación muy marcada del proyecto. Ellos mismos diseñaron su himno, su escudo, su uniforme, crearon una página en Facebook y, sobre todo, tienen muy claro por qué es clave estar preparados ante situaciones de emergencia”, indicó Devis.
Para el coordinador, desde Fondo Acción es fundamental fortalecer, mediante estas acciones en los territorios, la resiliencia comunitaria, empoderar a las mujeres, fomentar las redes de apoyo e instar a la conservación y protección de los recursos naturales y del medio ambiente; al igual que generar conciencia y ser muy eficientes en la respuesta, cuando se presente una situación climática que requiera atención.
Formación temprana
Por su parte, Idania Sjogreen, miembro de AgroProvidencia y coordinadora general del proyecto, dijo que el propósito fundamental es que los niños y los jóvenes de las islas tengan conocimientos generales de lo que significa la cultura raizal; y propender porque sus costumbres no desaparezcan.
Igualmente, señaló que primeramente hicieron una reunión con los padres de familia para explicarles de qué se trataba el grupo, su interés, y qué esperan de esta organización a mediano plazo.
“Como los niños son ‘esponjitas’, la idea es que ellos absorban todo lo que más puedan y tengan un conocimiento de lo que es nuestra cultura. Así mismo, que conozcan acerca de las emergencias que se puedan presentar en el municipio y cómo enfrentarlas. Eso les dijimos a sus papás”, explicó.
Entre las actividades que han desarrollado en los últimos meses, la gestora y ahora instructora, señaló que recientemente estuvieron en las instalaciones del aeropuerto El Embrujo, para ver de cerca las acciones que realizan los bomberos aeronáuticos cuando se presenta, por ejemplo, una emergencia con un avión.
Otra de las actividades realizadas fue una jornada de pesca, con sabedores de este oficio, así como la preparación de los pescados capturados durante la faena.
“Ellos mismos pescaron y luego fritaron el pescado, de esta manera les mostramos cómo hacer su propio sustento. En otra ocasión hicimos ‘cookies’, ‘plantain tart’ y dulces tradicionales como el de ‘junebalin‘ y ‘parrish’ de maíz”, comentó Sjogreen.
Tradiciones que no se deben olvidar
La coordinadora también mencionó que tuvieron una tarde de “cine a la antigua”, les mostraron cómo se lavaba anteriormente, vieron cómo se puede obtener gas a partir del estiércol de la vaca e hicieron una caminata hacia los ‘gullys’ (manantiales, en el sector de Bowden), para mostrarles dónde nacen y cuáles son sus funciones.
Adicionalmente, se han impartido talleres de agricultura, resaltando la importancia de ese oficio, cómo cultivar y mantener los sembradíos, en pro de obtener su propia alimentación con el esfuerzo personal y familiar.
Con respecto a futuras actividades, la providenciana expresó que está pendiente una con la Capitanía de Puerto y otra con Guardacostas; ambas, en el marco del componente de ‘Llamados de emergencia’. Además, una clase de Primeros Auxilios, con el apoyo de una enfermera de la isla.
Para concluir, Sjogreen mencionó que con respecto a actividades realizadas con mujeres, se tuvo un intercambio de saberes con un grupo de pescadoras que viajaron de diferentes partes del país y del mundo, mostrándoles cómo vivían y cómo hacían sus faenas diarias en sus lugares de origen.
“También les enseñamos a hacer una huerta casera, cómo sembrar y cuáles son los mejores abonos. Periódicamente revisamos con ellas los avances de la misma y esperamos muy pronto tener productos en cosecha”, puntualizó.