Este miércoles el Gobierno departamental inauguró la Mesa de Trabajo para la Cooperación Internacional en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con el respaldo de la Cancillería. Se espera el arribo de varios cooperantes extranjeros el 25 de julio.
La reunión contó con la participación de delegados de la Dirección de Cooperación Internacional de la Cancillería; del gobernador encargado del Archipiélago, Charles Livingston; y de otros funcionarios de la Administración local.
Según se conoció de manera oficial, se discutieron temas fundamentales para el desarrollo local, con énfasis en el fortalecimiento del diálogo con la sociedad civil para integrar sus perspectivas al sistema de gobernanza regional.
Adicionalmente, se destacó la importancia de alinear las políticas exteriores nacionales con estrategias concretas, que promuevan el desarrollo sostenible y cultural del Archipiélago; así como para robustecer la soberanía y la identidad del Pueblo Raizal.
Al cierre del encuentro, quedó programada la visita a San Andrés de varios cooperantes extranjeros el próximo 25 de julio. Se espera, además, una próxima reunión con el canciller Luis Murillo, para ampliar estas discusiones y avanzar en la agenda de cooperación internacional.
Afianzamiento de los lazos fronterizos
De acuerdo con Arlington Howard, secretario de Gobierno de San Andrés, gran parte de la reunión giró en torno a las actividades que se realizarán dentro de 15 días en la isla.
“Estamos muy agradecidos con esta gestión de la Cancillería y quedamos a la espera de que todos puedan asistir a este gran evento que se realizará en San Andrés, para escuchar y entender cuáles son esos proyectos ambiciosos que tiene el departamento y la comunidad, especialmente el Pueblo Étnico Raizal; para avanzar, con ello, en la gestión de recursos provenientes de otros países”, recalcó.
Por su parte, Kent Francis, miembro del Consejo Raizal y de la Comisión Consultiva en esta materia, comentó que expusieron el interés en reorientar la cooperación internacional al Archipiélago vista como ‘zona fronteriza’ con el Caribe occidental; muy especialmente, con la costa de Nicaragua, así como con Panamá, Costa Rica, Honduras, Jamaica y otros países vecinos, para desarrollar una cooperación de pueblos en que se privilegie la economía solidaria y donde los actores sean cooperativas y emprendedores raizales.
“Queremos que los organismos oficiales establezcan una agenda que permita reducir la canasta alimentaria por encima de cualquier otra condición”, enfatizó.