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Welcome Caricom: ¿para cuándo los diálogos con Nicaragua?

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Puede ser una imagen de barco, playa, horizonte, masa de agua y crepúsculo

La solicitud de Colombia de ser un país asociado a la Comunidad del Caribe (Caricom) es positiva en el contexto de las prioridades de acercamientos regionales y de la universalización de la política exterior colombiana; pero obliga también a enfocar nuestra atención hacia la promesa del presidente Petro de un diálogo y normalización de relaciones con Nicaragua.

En particular se generan interrogantes pertinentes sobre la fecha de una trayectoria de cooperación para la necesaria y merecida reconexión étnica, cultural, económica, comercial, lingüística, educativa, personal, familiar, histórica, de pesca y protección ambiental con Nicaragua para atender consecuencias tanto adversas como favorables derivadas del fallo de 2012.

Para en últimas poner fin al diferendo de 40 años y al mismo tiempo cumplir con la promesa hecha a los isleños raizales de reparar la injusticia étnica e histórica causada por el distanciamiento bilateral como consecuencia de esa disputa territorial.

Se esperaba comenzar con un diálogo exploratorio el 29 de enero pero Colombia canceló ‘por cuestiones de agenda’, lo cual dejó en el aire muchas expectativas, promesas y sueños. El discurso que legitima y anima la paz y la conciliación en la política exterior del Presidente Petro no coincide con la dilación en relación a Nicaragua. Un statu quo no favorece a las islas en el que perdemos tanto nosotros como los raizales nicaragüenses.

El esfuerzo y el notable pragmatismo que se ejerce con Caricom deberían extenderse también hacia Nicaragua, evitando subrayar o acentuar el descuido nacional hacia nuestros intereses regionales de acercamiento con nuestro vecino.

En el Plan de Desarrollo se prometió un rol protagónico para las islas en el Caribe como un ‘hub’ cultural, de educación, salud y conectividad, pero aún no hay detalles precisos y no es claro cómo el mayor acercamiento a Caricom cumpliría esos objetivos o nos acercaría a nuestro vecino más cercano geográfica, lingüística, cultural e históricamente.

¿Por qué no Nicaragua?

Lo de Caricom nos retrotrae a la pregunta del millón de por qué no avanza el prometido acercamiento colombo-nicaragüense, aún con dos gobiernos de similar afinidad ideológica.

El fallo de 2012 sigue siendo un tema espinoso y puede no haber una suficiente distensión entre los dos países para que Colombia se sienta cómoda para enfrentarse tête-à-tête a Nicaragua. Además, Colombia históricamente se ha sentido más cómoda dentro de escenarios de diplomacia multilateral.

El afán debilita toda posición negociadora y es posible que la demora sea una táctica diplomática. O un simple acto de indolencia, acentuado por la suspensión del ex canciller Leyva, quien lucía muy entusiasmado con el diálogo.

En todo caso, una buena política internacional debe estar basada en un alto grado de precisión sobre los objetivos y tener claras las prioridades. El ex primer ministro británico Anthony Eden dijo que no hay nada más peligroso que una política exterior basada en la irrealidad.

En ese contexto, Colombia podría estar aprovechando este espacio de inacción o dejadez con respecto a Nicaragua para un ejercicio de verificación de la realidad del diálogo para recalibrar sus objetivos y su estrategia, identificando sus prioridades y sus líneas rojas.

Y aceptar qué ceder para lograr lo que desea, algo sobre lo cual los isleños aún no hemos sido consultados exhaustivamente como se prometió. Porque no habrá una posición gana-gana, sino más bien una necesario acción de ceder para ganar.

Podría estar esperando el mejor escenario político posible porque la coyuntura política actual simplemente no favorece la aprobación de una ley que fije un tratado de límites con Nicaragua como lo ordena nuestra Corte Constitucional, ya sea basado en lo que dictaminó la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya o en un nuevo trazado por el acuerdo bilateral con Nicaragua con un posible canje de espacios.

Podría también estar en proceso de revalorización del escenario de negociación en relación a la pesca, que se ha presentado por el Gobierno Nacional como el punto más fuerte para facilitar el entendimiento, aunque cada día se hace más evidente que es el punto más débil, de menos relevancia y más peligroso para nuestros pescadores artesanales, que están preocupados de que –para un diálogo exitoso– Nicaragua les reconozca derechos de pesca en aguas perdidas pero exija la reciprocidad de sus pescadores para faenar en nuestros cayos.

También es posible intuir que Colombia valora la profundización de sus relaciones con Caricom como una caja de resonancia para un eventual mejor acercamiento a Nicaragua y posibles procesos de integración, aunque no es clara la línea directa o correlación que se percibe con dicho país y en todo caso, además, en Caricom se abordan y se abarcan asuntos globales del Caribe y no específicos de las islas o de Nicaragua con las mismas.

Lecciones para los isleños

El acercamiento a Caricom es el resultado de un trabajo en curso desde 1994 y consolidado en 2022 con una primera reunión interministerial. Por eso es necesario tomar con prudencia la promesa de posicionamiento de nuestras islas hacia el Caribe de la mano de dicha comunidad, como sugiere el mesurado comunicado de la Cancillería, porque ha habido múltiples intentos en el pasado que nunca han entregado resultados fructíferos para las islas.

Adicionalmente, si bien el acercamiento al Caricom tiene un tinte caribeño y étnico, no tiene un enfoque netamente isleño ‘sanandresano’ sino, más bien, estratégico y comercial nacional que refleja una intención encomiable de un gobierno progresista de usar la diplomacia étnica por sus valores simbólicos en el Caribe anglosajón pero para sus objetivos nacionales.

En todo esto existen riesgos pero también grandes oportunidades para los raizales involucrados. Porque cargarán con los éxitos pero también con posibles frustraciones, como pasó con La Haya cuando por fin nos involucraron en una co-gestión subordinada y no como determinantes en la toma de decisiones.

Así, cuando la Corte de La Haya negó reconocernos derechos de pesca en aguas perdidas, dijo que Colombia no entregó suficientes evidencias para merecerlo y de que presentamos argumentos y datos contradictorios, pero fue imposible echar la culpa al gobierno nacional o a los abogados internacionales que lideraron y decidieron todo.

Precisamente la estrategia de nombrar diplomáticos raizales para atender temas internacionales de las islas llama la atención sobre una dimensión ambigua, por lo altamente favorable pero también por lo riesgosa, de la política exterior colombiana que precisamente se observó en La Haya.

Es lo que la politóloga raizal Sally Taylor llamó en un artículo en EL ISLEÑO de 2022 la ‘instrumentalización’ de los nombramientos (http://www.xn--elisleo-9za.com/index.php?option=com_content&view=article&id=25390) y lo que el catedrático tadeista Christian Chacón considera medidas de cooptación para neutralizar la protesta y el descontento raizales.

En síntesis, un acercamiento al Caricom tiene un interés económico y comercial para Colombia, pero también van implícitas concepciones geopolíticas marcadas por intereses territoriales por la necesidad de fijar nuevos límites que quedaron en el aire por el fallo de La Haya de 2012.

Al descuidar a Nicaragua y en cierta manera las islas con el acercamiento a Caricom, Colombia podría estar privilegiando consideraciones geopolíticas nacionales en un espacio macro caribeño, por encima de los intereses específicos de nuestras islas. Pero en últimas todo puede favorecernos, tal vez no como queramos, con el énfasis en el acercamiento étnico, comercial y de cooperación con Nicaragua.

Las islas merecemos más soluciones y menos retórica y promesas. Los nombramientos de raizales en puestos diplomáticos claves (con otro embajador raizal, esta vez en Guyana) deberían dinamizar las cosas a favor nuestro y en particular en relación a Nicaragua que es nuestra prioridad. Colombia podría comenzar, por lo menos, con activar una comisión de vecindad con ese país.

 

Última actualización ( Domingo, 19 de Mayo de 2024 08:53 )  

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