Colombia cuenta ahora con nueve playas que tienen el sello internacional ‘Blue Flag’ (Bandera Azul), entre las que se cuenta la de Johnny Cay Regional Park en San Andrés, que ha mantenido dicha distinción por cinco años consecutivos.
Así lo informó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), explicando que dicha certificación reconoce los lugares marino-costeros del mundo, que contribuyen positivamente al medio ambiente, la cultura y el bienestar de los actores locales, entre otros aspectos.
Por ello, y por la implementación de estándares y buenas prácticas ambientales, el país celebra el reconocimiento con este galardón de dos nuevas playas en el departamento de Sucre: Playa El Edén y Playa Palo Blanco, en Santiago de Tolú.
Estas se suman a otras cuatro que, por segundo año consecutivo, han alcanzado la Bandera Azul, destacando el esfuerzo continuo por mantener estándares de excelencia. Estas son: Playa El Morro en Tumaco; Playa Dorada en Buenaventura; Playa Blanca en Santa Marta y Playa Segunda Ensenada en Coveñas.
De otro lado, se otorgó un reconocimiento especial a tres playas que han conservado el sello, de manera ininterrumpida durante cinco años consecutivos: Johnny Cay en San Andrés; Bello Horizonte, bajo la concesión del Hotel Zuana en Santa Marta; y Playa Azul de la Boquilla, en Cartagena.
Criterios de sostenibilidad
Este distintivo, otorgado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) y renovado de manera anual, analiza criterios como calidad del agua, seguridad, servicios, gestión, educación e información ambiental, y resalta el firme compromiso del país con la gestión sostenible de sus destinos turísticos costeros.
Estas nueve playas certificadas –añade el Ministerio– son el resultado del esfuerzo y la sinergia entre esta cartera, las alcaldías de los municipios costeros y la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), que congrega a los actores del sector de agua y saneamiento básico, y se desempeña como el operador oficial del programa ‘Banderas Azules’ representando a la FEE en Colombia.
“Desde el Gobierno del Cambio se ha dado el soporte necesario para la gestión integral de nuestras playas, ya que genera un gran impacto y atracción al turismo ya que marca una diferencia comparativa y competitiva frente a otros destinos; y rescata su gran valor ambiental y paisajístico”, afirmó el viceministro de Turismo, Arturo Bravo.
Por su parte, el director de proyectos de Acodal, Andrés Chaves, dijo: “para nosotros ha sido un proceso largo poder llevar este galardón a los entes territoriales y hoteles con frente de playa del país, y poder garantizar que vislumbren el valor de la ecoetiqueta. Por eso queremos fortalecer el proceso de promoción y difusión del programa para educar a más personas en este tema de la gestión ambiental en playas”.
El proceso para izar la ‘Bandera Azul’
En 2023, el MinCIT invirtió más de $3.200 millones en asistencia técnica, estudios y apoyos que requieren las playas. Para 2024 se están gestando nuevas iniciativas para garantizar un flujo de inversiones hacia las playas cercanas a los $5.000 millones.
“Pero también reconocemos las inversiones, dedicación, tiempo y coordinaciones que desde lo local se han dispuesto, lo que nos demuestra que juntos sí podemos lograr un fortalecimiento de nuestras playas”, aseguró el viceministro.
El alto funcionario agregó que un aspecto de especial relevancia en este proceso es la vinculación efectiva y el empoderamiento que han mostrado las comunidades y los actores de playa, quienes serán los principales beneficiarios de estos galardones ‘Blue Flag’.
La comunidad y los gobiernos locales han logrado que la implementación de este sistema de gestión de calidad de playas sea continua y se mantenga año tras año, con esfuerzos que significan más que mantener los lugares limpios o libres de residuos.
“Haber sido certificadas con el galardón Bandera Azul significa que todo el ecosistema de actores de las playas trabaja por estimular y mejorar el turismo local y extranjero; incrementar la calidad de las oportunidades recreativas; facilitar el seguimiento, la regulación, la planificación y la toma de decisiones sobre la playa; y consolidar el desarrollo responsable y sostenible del turismo en el municipio, basado en un esquema asociado a la bioeconomía”, finalizó Bravo.