Hazel Marie Robinson Abrahams, nacida en la isla de San Andrés en 1935, se ha convertido en la representante inaugural de la literatura raizal del Caribe insular colombiano, así como la primera mujer de las islas en publicar en la prensa nacional, haciendo un periodismo histórico y cultural, que le permitió en aquellos años incorporar en el imaginario nacional colombiano una visión del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
En los años cincuenta del siglo pasado comenzó su labor como escritora con una serie de crónicas para El Espectador, que retrataban y caracterizaban la realidad de las comunidades isleñas de ese entonces. Varios años después desplegó su faceta narrativa con la escritura de novelas y relatos con un trasfondo histórico.
Su primera novela auspiciada por la Universidad Nacional de Colombia, sede Caribe, fue 'No give up, ¡maan!, publicada en el año 2002; posteriormente se publicaron Sail ahoy!!! (2004); El príncipe de St. Katherine (2009); Los cinco delantales de la abuela, (2019); Si je puis (I will, if I can) (2019) y Copra (2020). Hoy a sus 88 años, Hazel Robinson, nos sorprende con la publicación de su nueva novela Da so e go (Así pasó), presentada por la misma Unal en la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Esta, que no parece ser su última novela, indica más bien que inicia un ciclo literario y narrativo sobre el pasado de las islas. En especial sobre lo acontecido en la isla de San Andrés con la creación del Puerto Libre en los años del gobierno del general Rojas Pinilla y lo que esto trajo para las islas.
Esta novela, sin duda, está marcada por la experiencia de vida y los años de juventud de la escritora, quien recuerda que después desde 1912 cuando se creó la Intendencia Nacional de San Andrés y Providencia, las promesas de cambios y las de progreso que había hecho el gobierno no se cumplían y todo permanecía igual, congelado en el tiempo y en un abandono hasta ese momento inquebrantable…
Sin embargo, con la creación del Puerto Libre la vida en las islas comenzó a acelerarse y a cambiar, junto con transformaciones de todo tipo, sociales, culturales, ambientales y materiales. Fue ese momento de cambio y transformaciones varias, que amenazaban con desaparecer ese universo isleño donde había crecido, lo que la animó a escribir esta novela.
Como señala la misma autora, “Da so e go es un breve relato de la forma como cambiaron las islas con la llegada de la nueva legislación denominada del Puerto Libre y el inicio del subdesarrollo en la vida de los nativos. No se presume contar todo lo acontecido, se limita únicamente a episodios que fueron tan dolorosos en ocasiones que era imposible dejarlos en silencio”.
Los años del Puerto Libre
La novela es un recorrido por los años del Puerto libre y los cambios en la infraestructura, se hicieron carreteras, el aeropuerto y otras obras necesarias, también creció el comercio y los negociantes migraron hacia la isla con el propósito de crear sus negocios en el mar de posibilidades comerciales que ofreció el nuevo régimen.
Con estas obras de infraestructura y las oportunidades llegaron nuevos trabajadores del cemento, nuevos vendedores que no tenían un espacio para habitar en las islas. Robinson recoge esta visión de incertidumbre frente a un progreso y crecimiento repentino de la población que se presenta frenético y que hostigaba la tranquilidad cotidiana en la isla.
Los cambios que se dan con el puerto libre se muestra por la protagonista de la novela, la isleña Helen, quien en sus recorridos por las calles retrata las transformaciones y la novedades del paisaje insular, de la arquitectura nativa y la fisionomía de la vivienda insular, que va rompiendo paulatinamente con el viejo paisaje urbano y rural característico hasta aquellos años de este mundo insular.
En este sentido la novela pone de presente los cambios en la economía y la visión financiera de los habitantes del archipiélago, la venta paulatina de sus tierras y el endeudamiento por la disminución de las exportaciones de coco que facilitaban un nuevo escenario para la aparición de especuladores, otros propietarios y nuevos emprendedores, en su mayoría migrantes. Es de muchas formas una representación de la inserción de las islas a los caprichos del capitalismo mundial.
Hazel Robinson en esta novela propone una defensa de las tradiciones y del pasado del archipiélago, se convierte en un esfuerzo por dar a conocer al resto del mundo que este es un territorio con historia, una que poco se conoce, pero que comienza a hacer reemplazada por nuevos relatos mucho más ‘continentalizados’ desde una Colombia andina y una Colombia caribeña continental.
En esta dimensión de la literatura histórica, la novela Da se o go/ Así pasó, parece volver a los inicios narrativos de la autora, en la medida en que tiene una estrecha conexión con los escritos de prensa que comenzó a publicar en El Espectador hace 65 años, donde se propuso dar a conocer aspectos de la cotidianidad de las islas, de su lengua y en especial sobre el pasado de estos territorios considerados por muchos, desde la Colombia continental, como inhóspitos.
En la novela las caras nuevas también tienen un lugar en la narrativa, algunas se hicieron familiares y amistosas, otras no tanto y muchas desaparecieron, como también la de muchos isleños. Esto conecta con la historia de amor que se teje en esta novela, ese amor entre los protagonistas: la ya mencionada Helen, nativa de la isla, y Juan Carlos un ‘continental’, que está lleno de misterio discreción y dificultades, refleja las nuevas formas del amor que se tejían con la llegada de migrantes continentales y de diversas procedencias.
Esta novela que invito a leer y disfrutar, estará sin duda en el tapete de los análisis literarios insulares y nacionales, pues su autora abre una puerta para explorar el archipiélago en tres dimensiones: las incertidumbres frente al progreso no planificado que enfrentan las islas con la creación del Puerto Libre; las amenazas que desafían las tradiciones ancestrales y culturales de la población nativa y el miedo al amor que se forja, en la medida que las atracciones interculturales se ponen al orden del día con el ingreso migrantes.
Así que, en medio de los miedos, el amor y el progreso, se manifiestan el caos, la disolución de costumbres, la felicidad momentánea, la desilusión y la muerte misma.
(*) Profesor de la Universidad Nacional de Colombia, sede Caribe