Es muy popular el dicho ‘Más loco que una cabra’, aunque es difícil conocer su origen literario se tiene como hecho que la expresión “es la comparación que se efectúa entre las reacciones de las crías de los corderos y de las cabras”.
Cuando se destetan los cabritos, su comportamiento es absolutamente disímil, pues salen corriendo desaforadamente. En tal ocasión, las madres cabras, desesperadas, corren como locas para evitar que les ocurra algún daño.
Lo cierto, es que no se necesita darle muchas vueltas, los cabritos en su frenesí tienen mucho por aprender de la conducta social de gran parte de la población lugareña.
Fue de admirar el comportamiento social del raizal durante décadas anteriores. Culto, decente y moderado, el oriundo del archipiélago se distinguió por sus buenas maneras.
En la actualidad la actitud de buena parte de la población local contrasta notablemente desde el nivel padres a hijo, hasta en lo social y laboral.
Ni hablar del comportamiento en las vías y en los espacios públicos donde predomina la desvergüenza y la soberbia, el grito y los vulgares calificativos. El desorden y el desaseo.
Cual cabras, sin mediar decencia, se entra y se sale, se circula, se interactúa y se departe con vulgaridad. En fin: se confirma la regla decana: 'Todo lo malo se pega'.
Cual reel del boquiabierto Mr Katzze de Instagram no queda más que asombrarse y seguir viviendo extrañando las buenas maneras de antaño.
*Socio cofundador de la Help 2 Oceans Foundation
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