El 3 de febrero se conmemora el Día Internacional Sin Pitillo, para sensibilizar a la ciudadanía sobre el problema de contaminación que origina este elemento de un sólo uso, principalmente en los océanos._(Foto: www.ecopit.com.co/)
Dicha iniciativa surgió hace menos de 10 años, desde la organización francesa Bas Les Pailles (Abajo los Pitillos), y a ella se han unido entidades de más de 20 países, por la gravedad de las consecuencias del uso de este elemento que, aún siendo tan pequeño, se ha convertido en uno de los contaminantes más peligrosos para la fauna marina y para las aves.
Algunos datos
Según World Wildlife Fund (WWF), un pitillo tarda en degradarse por lo menos 100 años, su vida útil no supera los 20 minutos, y en su fabricación no se utilizan recursos no renovables.
Además, su uso afecta a más de 200 especies de animales al año, como consecuencia de la ingesta de éstos o por la obstrucción de diferentes partes de su cuerpo.
Entre las medidas que se sugieren para disminuir el uso de los pitillos, y por ende su producción, se tienen:
- Tomar el líquido directamente del vaso o de la botella, en la medida que sea posible, dado que muchas bebidas no requieren de este aditamento para ser consumidas.
- Emplear pitillos reutilizables (fabricados en acero) o biodegradables (hechos con materiales renovables como el bambú, papel o caña de azúcar).
Normativas locales
En Colombia rige desde 2022 la Ley 2232, expedida para la reducción y sustitución gradual de plásticos en el país. Además, en 2023 se dio la firma del Pacto Nacional ‘Colombia libre de plásticos de un solo uso’, con el que el Gobierno Nacional avanza en el cumplimiento de dicha norma y la prohibición total de varios artículos de este tipo, como es el caso del pitillo.
Y, de forma anticipada, en 2019 entró en vigor una medida especial para las islas con la expedición de la Ley 1973, “por la cual se regula y prohíbe el ingreso, comercialización y uso de bolsas y otros materiales plásticos en el departamento archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, e islas menores que lo componen".
Para conocer las acciones que se están implementando en el territorio insular, en materia de erradicación del pitillo plástico, la Subdirección de Calidad y Ordenamiento Ambiental de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago (Coralina), le entregó a este medio la siguiente información:
En consonancia con la Ley 1973, Coralina expidió la Resolución 283 del 22 de junio de 2021. Sin embargo, con la creación de la nueva Ley 2232, obligó a la autoridad ambiental a hacer ciertos ajustes en sus medidas internas para poder reiniciar sus acciones de control frente al uso y comercialización de estos elementos, de manera más robusta.
Para esto han tenido el acompañamiento de MinAmbiente y trabajan articuladamente con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (Invemar) y otros actores claves, para el cabal cumplimiento de lo que establece la ley en materia de acciones, seguimientos y tiempos.
Por ejemplo, en 2023 el Ministerio acompañó durante tres días a contratistas de esta Subdirección, capacitándolos en las novedades que sobre los plásticos de un sólo uso habían surgido.
Mayor conciencia frente al no uso de pitillo
En lo relacionado con los pitillos, esta dependencia de Coralina ha liderado operativos en San Andrés, tanto en restaurantes como en establecimientos de venta de implementos desechables y similares.
Dichas labores han sido principalmente de acompañamiento a estos comercios, y también de acercamiento con proveedores departamentales y nacionales, en relación a los tipos de materiales que se están ofertando.
Puntualmente, frente al uso de pitillos, la Subdirección resalta que es el punto donde la gente ha sido más receptiva para hacer un recambio; es decir, para pasar a emplear otros de tipo reutilizable o biodegradable.
“Desde la Subdirección creemos que con toda la campaña que se ha emprendido contra los plásticos de un sólo uso, tanto a nivel nacional como internacional, se visibilizó mucho más los efectos negativos que el pitillo genera sobre los ecosistemas marino-costeros y se ha hecho más consciente”, enfatizó la dependencia.
Por lo anterior –asegura–, los establecimientos y las personas son ahora más receptivas a dejar el hábito de usar el pitillo, o de emplear otros más amigables con el medio ambiente.
Acciones de control
Desde la Subdirección afirman que en 2023 se tuvo un avance muy significativo en esta temática; y que este año pretenden tener indicadores mucho más altos, al trabajar mancomunadamente con diferentes entidades relacionadas con el Sistema de Seguridad, Seguimiento, Control y Vigilancia, como la Cámara de Comercio de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Igualmente, se generarán nuevos espacios para seguir llegando no solamente a los establecimientos comerciales, sino también a los pequeños almacenes, a los turistas y demás actores relacionados con la puesta en práctica de la legislación.
Para concluir, esta dependencia de Coralina recalca que el periodo de transición, de socialización de la normativa, ya pasó; y que ya entró en vigencia, por lo que sí o sí se debe cumplir.
En caso de incumplimiento, la Corporación Ambiental podrá imponer las siguientes sanciones:
- Multas diarias hasta por 5.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
- Cierre temporal o definitivo del establecimiento o servicio.
- Decomiso definitivo de productos y subproductos, elementos, medios o implementos, utilizados para cometer la infracción.