Hace un mes, nos pusimos a pensar en cuál podría ser el ingrediente que falta en la vida pública. Una de las sugerencias u observaciones que se hizo sobre el ingrediente que faltaba fue: la integridad._(English version alow)
La integridad es un componente fundamental o una competencia necesaria para los líderes en la vida pública de la isla. Para empezar, hemos visto que la integridad ha hecho un hiato y ahora tenemos una caída libre en términos de carácter y servicio al pueblo y a su comunidad en su conjunto.
Consideremos ahora este consejo de Salomón a algunos jóvenes líderes sobre la importancia de la lealtad en su servicio al pueblo y a la comunidad cuando lideran en la esfera pública.
Salomón observó, "Nunca dejes que la lealtad y la fidelidad te abandonen. Átalas a tu cuello; escríbelas en la tabla de tu corazón. Entonces hallarás favor y alta estima a los ojos de Dios y de los hombres". (Prov. 3:3-4).
Salomón da una definición clara de lo que es la lealtad. Según Salomón, ser leal significa ser constante y consintiente en tus actos. Es no vacilar o cambiar tus acciones de acuerdo con las circunstancias o la situación en la que te encuentras.
Así que este es el consejo de Salomón a estos aspirantes a líderes (reyes) que estarían a cargo de su pueblo. Deben atarse la lealtad y la fidelidad al cuello, como hacen los sacerdotes con la Torá (Ley). Así se asegurarán de vivir según sus principios de forma consistente.
Del mismo modo, Salomón está instando, aconsejando y enseñando a estos jóvenes líderes sobre el valor y la importancia de la lealtad en el liderazgo público.
En primer lugar, Salomón quiere que estos aspirantes a líderes estén totalmente decididos a llevar en público una vida coherente con la que llevan en privado. Si Solomon estuviera en el siglo XXI y fuera un observador de las prácticas y procesos democráticos, tendría una advertencia rigurosa.
Por ejemplo, no hace mucho, 22 legisladores votaron públicamente a favor de Jim Jordan en un foro público para elegir al nuevo Presidente de la Cámara de Representantes en la democracia estadounidense. Pero 122 legisladores votaron en su contra a favor de otro candidato en una reunión privada con voto secreto.
En público, se mostraba y prometía lealtad, pero en privado hacía lo contrario. Entre los dirigentes de este archipiélago, esto se ha convertido en una práctica habitual en el entorno cultural. En público, se muestra una cara, pero en privado, esa cara cambia.
Del mismo modo, la lealtad estaba en la papeleta en estas pasadas elecciones, como muchos de los aspirantes contarán. Esperaban contar con un cierto número de votantes sobre la base de las promesas que habían recibido de las personas entre las que hacían campaña. Pero, sorpresa, sorpresa, se vieron asombrados por los resultados de los recuentos de la Oficina Nacional del Registro Civil.
Finalmente, Salomón alentó a estos aspirantes a líderes con el resultado de la lealtad, diciendo: "Entonces hallaréis favor y estima ante Dios y los hombres". Puede que la lealtad no traiga un buen cargo o riqueza, pero sin duda trae un buen nombre y una buena posición ante Dios y los hombres.
Así que dejemos que la lealtad empiece a rodar por las calles y vida públicas de nuestro archipiélago.
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Missing ingredient: Loyalty
A month ago, we began to think about what might be the missing ingredient in the public square. One of the suggestions or observations made about the missing ingredient was: integrity.
Integrity is a fundamental component or competency needed for leaders in the island's public square. For starters, we've seen that integrity has taken a hiatus and we now have a free fall in terms of character and service to the people and their community as a whole.
Now consider this advice from Solomon to some young leaders about the importance of loyalty in their service to the people and the community as they lead in the public square.
Solomon observed...
“Never let loyalty and faithfulness leave you. Tie them around your neck; write them on the tablet of your heart.Then you will find favor and high regard in the sight of God and man.” (Prov. 3:3-4).
Solomon gives a clear definition of what loyalty is. According to Solomon, being loyal means being faithful or consistent in how you act. It is not wavering or changing your actions in accordance with the circumstances or situation you are in.
So, this is Solomon's advice to these would-be leaders (kings) who would be in charge of their people. They should tie loyalty and faithfulness around their necks, as the priests’ does with the Torah (Law). This will ensure that they live according to its principle.
In the same way, Solomon is urging, counseling, and teaching these young leaders about the value and importance of loyalty in public leadership.
First, Solomon wants these would-be leaders to be totally determined to live consistent lives in public as they do in private. If Solomon were in the 21st century and were an observer of democratic practices and processes, he would have a stern warning. For example, not too long ago, 22 lawmakers publicly voted for Jim Jordan in a public forum to elect the new Speaker of the House in American democracy. But 122 lawmakers voted against him for another candidate in a private caucus meeting with a secret ballot.
In public, loyalty was shown and promised, but in private, disloyalty was actually given. Among the leaders of this archipelago, this has become a standard practice in the cultural milieu. In public, there is one face that is shown, but in private, that face is changed.
Likewise, loyalty was on the ballot in this past election, as many of the aspiring candidates would tell you. They had an expectation of a certain number of voters on the basis of the promises they had received from the people among whom they were campaigning. But, surprise, surprise, they were shocked by the results of the counts given by the National Registrar's Office.
Finally, Solomon encouraged these would-be leaders with the result of loyalty, saying, "Then you will find favor and esteem before God and men”. Loyalty may not bring high ranking office or wealth, but it certainly brings a good name and a good standing before God and man.
So let loyalty start rolling down the streets and public squares of our archipelago.
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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresan.