Las temperaturas globales alcanzaron un máximo récord este 3 de julio de 2023, según datos de los Centros Nacionales de Pronóstico Ambiental de Estados Unidos, alcanzando los 17,01 grados Celsius (°C) y superando el récord de agosto de 2016 de 16,92 °C._
Reportes recientes dan cuenta que el sur de Estados Unidos sufrió un intenso calor en las últimas semanas, mientras que en China se produjeron temperaturas superiores a 35 °C y el norte de África registró temperaturas cercanas a los 50 °C.
Incluso la Antártida, actualmente en el invierno austral, tuvo temperaturas anormalmente altas. La Base de Investigación Vernadsky de Ucrania en las islas Argentina del continente blanco rompió recientemente su récord de temperatura de julio con 8,7 °C.
“Este no es un hito que debamos celebrar. Es una sentencia de muerte para las personas y los ecosistemas”, sostuvo la climatóloga Friederike Otto del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente en el Imperial College London de Reino Unido.
Los científicos dijeron que el cambio climático, combinado con un patrón emergente del fenómeno de ‘El Niño’, eran los responsables. “Desafortunadamente, promete ser solo el primero de una serie de nuevos récords establecidos este año a medida que aumentan las emisiones de carbono y los gases de efecto invernadero, que junto con un evento de El Niño, empujan las temperaturas a nuevos máximos”, explicó por su parte Zeke Hausfather, científico investigador de Berkeley Earth.
Afectaciones en el mar
A las altas temperaturas terrestres se han sumado las marinas, con un calentamiento intensificado por ‘El Niño’ y otros factores.
La temperatura promedio mundial de la superficie del mar alcanzó los 21 ºC a finales de marzo y se ha mantenido en niveles récord para la época del año durante abril y mayo. La agencia meteorológica australiana advirtió que las temperaturas de los océanos Pacífico e Índico podrían ser 3ºC más altas de lo normal en octubre.
Según Piers Forster, catedrático de Física del Clima de la Universidad de Leeds, el calentamiento global es el principal factor, pero también son culpables El Niño, la disminución del polvo sahariano que sopla sobre el océano y el uso de combustibles marítimos bajos en azufre.
Y también recalcó que los mares más cálidos también podrían significar menos viento y lluvia, creando un círculo vicioso que conduce a aún más calor. “En total los océanos están sufriendo un cuádruple golpe y es una señal de lo que está por venir”, puntualizó el investigador inglés.