La temporada de huracanes en el Atlántico no comienza oficialmente hasta dentro de siete semanas, pero los primeros indicios apuntan a una mayor incertidumbre de lo normal en esta temporada en particular, todo gracias al fenómeno de El Niño.
En efecto, la Universidad Estatal de Colorado (CSU, por sus siglas en inglés) publicó su previsión de la temporada de huracanes en el Atlántico para 2023 y pronostica 13 tormentas con nombre, seis huracanes y dos grandes huracanes (de categoría 3 o superior).
Cada una de estas cifras está ligeramente por debajo de la media típica de la temporada de 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres huracanes mayores.
"Prevemos que la temporada de huracanes de la cuenca atlántica de 2023 tendrá una actividad ligeramente inferior a la media", dijo Phil Klotzbach, científico investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU.
Al respecto, el científico señaló que uno de los factores que generan incertidumbre son las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico oriental y central. Las temperaturas de la superficie del mar son uno de los ingredientes necesarios para alimentar los huracanes.
Cuanto más caliente esté el océano, más combustible tendrán los ciclones. Y actualmente, las temperaturas de la superficie del mar son mucho más cálidas de lo normal, lo que significa que, incluso si El Niño se desarrolla, todavía existe la posibilidad de una temporada de huracanes en el Atlántico.
Aunque las previsiones de la CSU apuntan a un número de huracanes ligeramente inferior a la media, las probabilidades de que toquen tierra parecen tan altas como en cualquier año normal.
"Prevemos una probabilidad cercana a la media de que grandes huracanes toquen tierra a lo largo de la costa continental de Estados Unidos y en el Caribe", dijo Klotzbach.
El factor más importante será El Niño.
"La rapidez con la que El Niño se establezca podría tener impactos significativos en cómo se desarrolle la temporada de huracanes, ya que es uno de los principales patrones climáticos que afectan a las temporadas tropicales en el Atlántico y el Pacífico", dijo el meteorólogo de CNN Brandon Miller.
Tradicionalmente, El Niño inhibe la actividad ciclónica, mientras que La Niña o las condiciones neutras del ENOS crean un entorno más favorable para el desarrollo de ciclones.
Sin embargo, el Centro de Predicción del Clima emitió una alerta de El Niño, indicando que hay un 62% de probabilidades de que El Niño se desarrolle entre mayo y julio de 2023.
El momento exacto en que se forme El Niño será clave, así como la fuerza que adquiera este fenómeno en particular. "El Niño tiende a tener su mayor impacto en los huracanes que se forman en los trópicos profundos", concluyó Klotzbach.