Este 3 de febrero se conmemoró el Día Internacional Sin Pitillo, una oportunidad para reflexionar sobre el grave problema de contaminación que causa este artículo de un solo uso en los océanos y otros ecosistemas marinos.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), un pitillo tarda en degradarse por lo menos 100 años, y su vida útil no supera los 20 minutos. Además, su uso afecta a más de 250 especies al año, debido a su ingesta y la obstrucción en diferentes partes de su cuerpo.
En el listado de los objetos más colectados, el pitillo ocupa el quinto lugar, por debajo de las colillas de cigarrillo, las botellas de plástico, los empaques de comida y las tapas de botellas.
Lo grave del asunto ha llevado a que colectivos de ciudadanos en el mundo hayan impulsado la consigna ‘Sin pitillo por favor’ o ‘Mejor sin pitillo’, reclamando cambios sustanciales en los hábitos de consumo.
Ya le dije 'No al pitillo', ¿y ahora qué?
Si usted ya dio el primer paso, negándose a recibir el pitillo o a usarlo, WWF lo invita a seguir estos cinco retos complementarios:
1. Compre un pitillo reutilizable
Por supuesto que se puede vivir sin pitillos, pero si definitivamente para disfrutar de un tipo de bebida necesitas de este utensilio, ¡lleve el suyo! Compre uno de metal o bambú que ya hace algunos años están disponibles en el mercado.
2. Despídase de otros plásticos de un solo uso
Los cubiertos desechables son otra fuente de contaminación que podemos evitar. Cuando pida un domicilio de comida, solicite que no se los envíen; también puede comprar un set de cubiertos para llevar en su bolso y usar los propios en vez de acudir a los que le entregan en los restaurantes.
3. Cambie la forma de beber
Acostúmbrese a llevar su propio recipiente con agua: es saludable y evita también el uso de vasos plásticos. Así no sólo elimina el pitillo, sino otro residuo que seguramente terminará en un vertedero o posiblemente en el océano.
Se estima que 8 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos cada año; esto equivale a una volqueta cada minuto.
4. Elija mejor su comida
Antes de comprar un alimento, fíjese en su empaque y piense: ¿Existe una versión del mismo sin envoltura de plástico? Muchas veces elegimos lo que compramos sólo por costumbre o conveniencia, pero no pensamos en si existe una alternativa menos contaminante.
Evite comprar frutas empacadas en plásticos. No hay mejor conservante para una fruta que su cáscara.
5. Conéctese con los océanos
Es importante saber que todo lo que haga para proteger el océano, uno de los más afectados por la contaminación plástica, también lo beneficia a usted porque la mitad del oxígeno que respiramos viene desde allí y hasta el 30% del CO2 es absorbido por éste.
(Con información de WWF)