El pasado 13 de enero se produjo una reunión entre funcionarios de la corporación ambiental Coralina y versados en el tema de la enfermedad de pérdida de tejido coralino (EPTC), alrededor de un proyecto que busca financiación para su tratamiento con probióticos. Habla Nacor Bolaños, coordinador de Áreas Protegidas de la entidad.
Dicho proyecto fue iniciado por la bióloga PhD e investigadora colombiana, Valeria Pizarro, quien actualmente trabaja para el Perry Institute for Marine Science de Bahamas, pero que se ha convertido en una valiosa aliada en el tratamiento de la infección en el Archipiélago, detectada hacia el mes de abril del año pasado.
Ella, junto a expertos internacionales como Blake Ushijima y Sarah Gignoux, la bióloga María Fernanda Maya (fundación Blue Indigo) y profesionales de Coralina, le presentaron la propuesta hace unos meses a Coral Research & Development Accelerator Platform (Cordap), y ya está preaprobada.
En efecto, la reunión del pasado viernes consistió en la socialización de algunas correcciones, y la adición de una información complementaria requerida por dicha plataforma internacional.
“En general el proyecto va por buen camino; esperamos que en los próximos meses sea aprobado completamente, para poder generar una acción complementaria que nos ayude a tratar la enfermedad en el Archipiélago”, aseguró el biólogo marino.
Como se dijo al inicio, la propuesta está enfocada en tratar la EPTC con probióticos (adicional al ya anunciado tratamiento con antibióticos), una apuesta que ha generado diversas discusiones a nivel mundial, pero este equipo de profesionales está dispuesto a probar puesto que brinda un espectro más amplio de posibilidades, tales como tratar áreas más grandes en menor tiempo.
Se necesitan medidas urgentes
“Si esto sale, seríamos uno de los países en los que se está aplicando este tratamiento novedoso; sumado a que abarcaríamos muchos más frentes que no podríamos solo con los antibióticos”, explicó Bolaños.
El profesional agregó, que consideran esta medida como una posible solución rápida ante lo que se avecina, y que también están a la espera de una respuesta a la solicitud de recursos previamente enviada a la Gobernación y a la Alcaldía de Providencia, para hacer un monitoreo y evaluación en todo el Archipiélago sobre la posible presencia de la enfermedad.
Por el momento se sabe que la Administración Departamental está haciendo las gestiones internas, para que la Asamblea autorice el desembolso de los recursos. De igual forma, Arne Britton, en cabeza de Coralina, está en permanente comunicación con los mandatarios e instancias del Ministerio de Ambiente, en la búsqueda de soluciones adicionales.
“Simultáneamente, venimos trabajando con Blue Indigo y algunos centros de buceo voluntarios, lo que nos ha permitido tener acciones inmediatas frente a la infección. También mantenemos constante comunicación con Parques Nacionales Naturales y hemos dialogado con el Club Rotario y otras ONG locales.
Como esta enfermedad nos atañe a todos, por todo lo que puede implicar que se afecten las coberturas de tantas especies de coral, y con ello los servicios ecosistémicos que representan para las islas, afectando la protección costera, el turismo y la alimentación (como ya ha sucedido en otros países), debemos trabajar mancomunadamente.
La preocupación va más allá de lo meramente ambiental, por eso seguimos trabajando”, puntualizó el coordinador.