Las aves han seguido la misma ruta migratoria de otoño durante millones de años, pero el cambio climático la está modificando. Como si fuera poco, su fisiología también se ha visto afectada por el clima extremo al que se han enfrentado en los últimos años, informó el sitio oficial de National Geographic en Español._(Foto CC)
De acuerdo con una investigación de la Universidad Estatal Appalachian (Carolina del Norte, EE.UU.), liderada por la profesora Marketa Zimova, una de las reacciones más comunes al cambio climático es el cambio en la migración, dado que “las flores florecen antes en la primavera o los animales migran antes a sus zonas de reproducción”.
Para poder llevar a cabo la investigación de forma adecuada, los científicos identifican las aves con pequeñas bandas para distinguir a cada individuo en una parvada.
Dichas bandas incluyen un localizador satelital, para poder registrar los detalles migratorios de las aves.
De acuerdo con los datos obtenidos, uno de factores claves que han modificado las rutas de las aves son las condiciones ambientales. En Canadá, por ejemplo, 63 de las 96 especies que migran, llegan antes de la primavera y se van después en el otoño, ya que los inviernos son cada vez más cortos.
Cambio en los cuerpos de las aves
Los hábitats no son lo único que ha cambiado. Un estudio publicado recientemente en el Journal of Animal Ecology, analiza cómo el cambio climático ha afectado los cuerpos de las aves migratorias.
En la investigación, liderada también por Zimova, su equipo argumenta que la relación entre los cambios en la migración de las aves y sus cuerpos es indiscutible.
“Esta increíble base de datos de más de 70 mil aves migratorias, fue perfecta para probar la hipótesis de que el cuerpo de los animales está cambiando en respuesta al cambio climático” afirmó la investigadora.
Los resultados del análisis arrojan, que el cambio climático ha provocado que los cuerpos de las aves se vuelvan más pequeños y sus alas más largas, siendo éstas aquellas que migraban antes durante la primavera. Entre más largas las alas, más rápido y eficiente el vuelo, según el grupo de investigadores.
“Las respuestas de los animales al cambio climático son mucho más complejas de lo que solemos pensar”, puntualizó Zimova.
(Con información de www.ngenespanol.com)