El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos ‘Alexander Von Humboldt’ desarrollará una estrategia basada en la naturaleza en asocio con comunidades, biólogos y botánicos raizales y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina) para la recuperación y restauración del ecosistema natural de estas dos últimas.
El reto de las instituciones es rehabilitar cerca de 2.000 hectáreas de bosque seco tropical, en su mayoría devastado tras el paso del huracán IOTA y, a su vez blindar este ecosistema contra futuros embates del cambio climático con miras a convertirlo en un modelo de manejo sostenible de la naturaleza.
Instituciones del Sistema Nacional Ambiental (SINA) y las comunidades trabajarán en tres frentes: la construcción de patios biodiversos, el aseguramiento de un hábitat adecuado para el emblemático Cangrejo Negro y la restauración del bosque seco tropical de la isla el cual fue arrasado en un 90% por el huracán y, debido a que es sustento y provisión de casi 3.000 habitantes, se centrarán todos los esfuerzos para recuperar este ecosistema clave para la región.
El primer diagnóstico del estado de la biodiversidad de la región lo adelantaron tres investigadores del Humboldt que recorrieron la zona junto a un equipo interdisciplinario integrado por expertos de Coralina, Minambiente, y los institutos Invemar, Sinchi e Ideam. Estas son las soluciones planteadas por los expertos Humboldt luego de esa primera visita a Providencia.
Patios isleños biodiversos
El concepto de patios isleños biodiversos está unido a la tradición agroforestal ancestral y a una estrategia comunitaria que reúne a la comunidad. Esto les ha asegurado a los habitantes, por siglos, contar con plantas medicinales de uso etnobotánico y la posibilidad de garantizar la autoprovisión alimenticia.
El jobo, mango, tamarindo, árbol de pan y las plantas aromáticas son manejados principalmente por mujeres raizales quienes conservan y mantienen las huertas en los patios. Con el paso del huracán pocas especies vegetales quedaron en pie, entre ellas, árboles de tamarindo, acacias y ceibas, únicos grupos que lograron resistir los fuertes vientos.
Por otra parte, los patios desaparecieron. Por ello, las primeras gestiones del Humboldt tienen que ver con el diseño y la puesta en marcha de los primeros 20 patios biodiversos para esto, se evaluará el estado de la calidad del suelo, dada la posible salinización que haya recibido por el oleaje del huracán. Por eso parte del trabajo tiene que ver con la identificación de los sitios donde van a estar ubicados dado que hay zonas con mayor humedad en la isla al igual que diversa exposición solar.
El levantamiento de la información se hará con la comunidad a partir de enero de 2021 con la idea de conocer mejor las especies que más usan, necesitan y que mejor se adaptan a condiciones de mayores precipitaciones y sequías que son las asociadas al cambio climático. Una vez se tenga el diseño, se hará propagación de especies y siembra.
Otra oportunidad para el cangrejo negro
El cangrejo negro, que hace parte de la dieta de los habitantes de la isla, también es un renglón de la economía de la isla porque lo comercian con San Andrés. Por lo menos 200 familias de Providencia viven de esta comercialización entre las islas.
El real impacto del huracán sobre el cangrejo negro solo se conocerá cuando se haga un monitoreo detallado del estado del crustáceo el próximo mes de enero. Por ahora, la primera evaluación adelantada por los expertos del Humboldt que estuvieron en la isla encontró individuos muertos y el hábitat donde anida, desprovisto de vegetación y hojarasca.
El cangrejo negro depende de que haya buena cobertura boscosa, buena cantidad de hojarasca e insumos del bosque. Por ende, su supervivencia depende de la manera como se recupere el bosque.
Por lo anterior, Las acciones se centrarán en monitorear y rehabilitar la zona de Fresh Water cercana a la represa, donde está el agua dulce de la isla y donde anida la especie. El monitoreo detallado del estado del cangrejo lo hará el Humboldt con Coralina y una profesional bióloga de Providencia.
El nuevo bosque seco
Debido a la pérdida del 90% del bosque seco tropical que cuenta con 70 especies de flora, 2.000 hectáreas, la única estrategia buscará restablecer el área afectada para que se logre adaptar a los escenarios del cambio climático, es decir, que toleren temporadas de sequía, fuertes vientos y sirvan de alimento, anidación, captura de carbono y protección para la isla.
También, se evaluará el manejo de los residuos de madera caída, para identificar si deben dejarse como refugio, cobertura y factor de humedad.
Por último, en la actualidad también se desarrolla la ‘Operación Cangrejo Negro’, un plan de restauración en 100 días que contempla labores de análisis, verifican de daños ecosistémicos y la restauración ecológica por parte del Ideam, los Institutos Humboldt, Sinchi e Invemar, Parques Nacionales Naturales, la ANLA y la Corporación Coralina.