A falta de habilidades bilingües, el Gobierno Nacional está impulsando programas de aprendizaje del idioma inglés para atraer a las multinacionales y así llegar al mercado global para crear desarrollo. Colombia está en medio de un boom de gas y petróleo.
Con una producción de 903.000 barriles por día y una proyección de 1.115 barriles en el 2014, será necesario atraer inversión extranjera para lograr la meta. Es el momento para continuar insistiendo en programas de inmersión en inglés y convertir a San Andrés en el “Hub Lingüístico Internacional” de Colombia.
El creol nativo con diferencias en el acento y una estructura gramatical propia, toma como base el inglés, cuando escuchamos a un nativo hablar encontraremos un amplio y extenso léxico correctamente utilizado que nos transporta al antiguo inglés de la época colonial. Basta con asistir a un culto de las iglesias tradicionales de San Andrés o Providencia y notar que el culto se realiza en inglés de alto nivel oral.
El principal reto para la mayoría de nativos es la comprensión de un lenguaje técnico comercial o “Business Language” el bajo nivel de la gramática también es un reto al ser requisitos exigidos al contratar un servicio bilingüe. Por medio de programas que ayuden al nativo a tener un Business English, mejorar la gramática y manejar un acento standard se superaría este impase.
Un proyecto lingüístico exitoso en la región lo encontramos en San Pedro Sula, Honduras, donde gracias a la promoción para el aprendizaje del idioma inglés lograron el desarrollo de esta ciudad. En septiembre será inaugurado Altia, un edificio tecnológico que albergará a las empresas que prestan servicios de call centers como la compañía estadounidense Stream, que adquirió las operaciones locales de Dell. También se ha anunciado la llegada de dos reconocidos call centers que brindan servicio a empresas multinacionales.
Para atraer a la isla call centers e inversionistas de este campo específico es importante contar con disponibilidad y calidad en el capital humano, costos competitivos en aspectos como mano de obra y servicios públicos, entre ellos energía eléctrica, Internet y agua, además de la seguridad jurídica y ciudadana.
Contar con un amplio portafolio lingüístico incluye la creación de diversidad de empresas prestadoras de servicios relacionados con lenguas, como por ejemplo, de alquiler de equipos para traducción, instituciones dedicadas a la formación de traductores e intérpretes, dirigidos a trabajar para multinacionales instaladas en nuestro país que requieren este tipo de servicios de manera inmediata.
Un hub lingüístico abarca todo lo relacionado con el aprendizaje o inmersión en determinada lengua o lenguas, así mismo pensar en campos de verano para alumnos de los colegios públicos del continente y de Centroamérica que quieran aprender inglés y tener mayor competitividad en el campo laboral es válido.
De igual manera la enseñanza del español es posible, dirigido a funcionarios de multinacionales extranjeras, turistas canadienses que deseen la experiencia de una inmersión cultural, al igual, las islas del Caribe anglófono que deseen aprender español.
Al hablar de hub lingüístico podemos ir más allá desarrollando campus universitarios de lenguas extranjeras como el Francés, el Alemán o el idioma de mayor conveniencia turística y técnica a nivel local y nacional, especializados en la formación de profesionales en traducción simultanea ampliando el campo de acción y pasar de hub lingüístico a hub académico.
En varias islas del Caribe como Granada y Dominica, se utiliza como estrategia para atraer educación de mejor nivel, prebendas como la exención de impuestos a universidades internacionales que se instalen en su territorio, a cambio aportan una oportunidad de alta educación en ingles, el diploma que es otorgado es reconocido en el país de origen de la universidad y en el país sede, también existe el compromiso de emplear dentro del campus universitario a los locales.
La St. George’s University en Granada y Ross University en Dominica son ejemplos que podrían ser copiados para atraer universidades extranjeras y estudiantes internacionales que darían mayor dinamismo a la economía y a la educación local.
Los casos aquí expuestos son realizables, todos existen en la práctica en distintos países de la región Caribe pero ninguno concentra todas las posibilidades en un mismo territorio y a eso debemos apostarle.
Es tiempo de pensar en grande y en el bien común, tener la iniciativa de proyectarnos internacionalmente como un hub lingüístico o académico Internacional es posible. Para que sea una realidad es necesario articular desde el gobierno departamental a todos los actores necesarios.
Es la oportunidad de contribuir al crecimiento del país, cooperando en su posicionamiento global a nivel comercial pero mejor aún, el inglés es la carta ganadora a nivel local para rescatar nuestra cultura y lengua integrando e involucrando a toda la comunidad del Archipiélago en este proyecto.