Este jueves 6 de agosto, en el marco del encuentro 'Despojo de tierras y aguas en el Caribe Colombiano: impactos en los cuerpos y resistencias en la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera', organizado por la Comisión de la Verdad, el abogado raizal Rafael Archbold habló sobre las afectaciones que ha tenido la comunidad de las islas a raíz de diferentes formas de despojos.
Archbold comenzó su intervención enfatizando en el hecho que no hay una sola forma de raizalidad: "la visión homogénea trivializa y folcloriza nuestra etnia. Somos un pueblo múltiple y diverso, con un origen común que, entre otras razones, gracias a esa posibilidad se levanta en la soberanía que tiene sobre sus aguas", explicó.
En ese sentido, según el abogado isleño, el pueblo raizal, debido a las palpables diferencias con la Colombia continental y la incomprensión por parte del mismo nivel central, ha sido mermado de diferentes formas, "la más grave es la que elimina que el pueblo raizal pueda hacer verdaderos aportes al país respecto a los códigos para interpretar realmente la importancia del mar como escenario y como territorio", expresó.
Formas de despojo de tierras y aguas en el territorio insular
Archbold resaltó que han habido varias maneras –muy sutiles ellas–, de despojo en el territorio étnico raizal. Una de ellas, hace referencia al año 1912, cuando el congreso de Colombia en aquel entonces expidió una ley que decía que "todo aquel que tenga una deuda con el erario, y su familia sea mayor de cinco miembros, está invitado a abordar los barcos de la Armada para colombianizar el territorio étnico", manifestó, agregando que dicha ley no ha sido derogada.
Así mismo, destacó que han habido otras formas de despojo, como la quema de títulos de propiedad de raizales en la década del 60. Igualmente, las solicitudes por parte del estado de hectáreas de tierras al pueblo, para construir entidades como Telecom, el Seguro Social y Cajanal, entre otras, pero que debían ser devueltas a la comunidad una vez terminadas sus actividades. Hecho que no sucedió.
Pero sobre todas las cosas, se refirió a lo que considera "la médula real del territorio étnico, el mar que hemos perdido de manera sistemática". Destacó que las aguas no solo se han despojado con el fallo de La Haya, cuando se perdieron los 65 mil kilómetros cuadrados de mar territorial, sino también con diversos tratados, que han cedido grandes porciones de mar para establecer zonas económicas de explotación, las cuales los isleños nunca pudieron aprovechar.
Un despojo fino y sistemático
El despojo de las tierras y las aguas en el departamento, para Archbold, ha sido "fino, sistemático y cargado de la necesidad de ir sustrayendo, de ir colombianizando el territorio".
Incluso con el conflicto armado en el continente el pueblo raizal ha sufrido, pues cada acto violento o situación que afecta la seguridad de la comunidad, tiene como reacción inmediata "incrementar el pie de fuerza, pero llama la atención que así mismo se incrementa también el delito, la inseguridad y todo lo que afecte la estabilidad del pueblo raizal", puntualizó el jurista.
Finalmente, Archbold sostuvo que, por su parte, solicitaría la inclusión del territorio de agua, del mar insular "como sujeto de derechos, y darle paso y pie a la autonomía del pueblo étnico raizal del archipiélago".