A casi seis meses de haberse tendido los 835 kilómetros de cable submarino de fibra óptica nadie sabe al fin cuanto va a costar el acceso a internet de banda ancha en los hogares de la isla. El problema parece radicar en un error de cálculo de quienes elaboraron los estudios previos del proyecto, ya que los hicieron exclusivamente con base en las cifras del censo de población del DANE y sin un trabajo de campo que les permitiera determinar el verdadero potencial de clientes que en una primera etapa contratarían el servicio.
Con las cifras equívocas e incompletas el Ministerio de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (Mintic) invirtió treinta millones de dólares para la contratación y tendido del cable entre Tolú y San Andrés y le entregó la operación (no la concesión) de transporte de datos del cable a un particular llamado Energía Interal Andina S.A. (EIA), quien a su vez vendería el servicio a los operadores finales con quienes negociarían los usuarios empresariales y particulares.
El asunto es que a EIA. le adjudicaron un negocio en el que pensaba facturar un mínimo de 160.000 dólares mensuales durante los próximos 15 años, y sobre esa cifra se debían establecer las tarifas al usuario final. En el proyecto del Mintic de seguro pensó que San Andrés era como un barrio de estrato cuatro de la capital, con un mínimo de entre cuatro y cinco mil clientes para el servicio, lo que daría una tarifa de alrededor de 20 dólares por un Megabyte por segundo, cercano a como se comercializa en el resto del país.
Hasta ahí todo parecía ir bien, lo malo es que cuando los operadores interesados - Sol Cable Visión y TV Islas - se enteraron del valor del transporte e hicieron sus propias cuentas parece que descubrieron que no habían mas de mil quinientos clientes en la primera etapa y eso trepó la tarifa en un 500%, quedando el valor del Megabyte por Segundo en 120 dólares; pero surgió otro problema, a ese precio el número de clientes se reducía al menos en un 50% lo que, o llevaría a la quiebra a los dos operadores, o en el mejor de los casos y tal como parece que sucedió, sacaría del negocio a uno de ellos.
En la actualidad solo hay un proveedor, Sol Cable Visión S.A. empresa que suponemos no tuvo alternativa, ya que había hecho una inversión muy alta en infraestructura y equipos y no podía sostener el lucro cesante indefinidamente, por lo que decidió aceptar las condiciones de EIA y comenzó a comercializar en el grupo de empresas con tarifas que van entre los US$120 por un Megabyte y US$950 por 5 Megabytes y a esos precios es evidente que va a ser muy baja la comercialización en hogares.
En este punto el proyecto se volvió inviable, porque no existen las condiciones para la masificación del servicio y es muy difícil que el único operador alcance el número mínimo de clientes que le permita al administrador del cable EIA recaudar los US$160.000 presupuestados por mes.
El caso es que a través de las redes sociales Twitter (hashtag #sanandresisla) y Facebook (grupo “Por un Internet a precio justo en San Andrés Isla”) se logró contactar al Mintic y a Compartel, entidades que en una visita efectuada esta semana a la isla recibieron la información de los operadores y las quejas de lo usuarios, siendo evidente el completo desconocimiento -por parte de los funcionarios- de las dificultades que habían impedido la comercialización del servicio a los usuarios particulares.
No hay alternativa posible; con el esquema de tarifas actual el servicio no tiene futuro y obviamente solo unos pocos, muy pocos, van a tener banda ancha suministrada por el cable submarino en su casa. Lo urgente entonces es que el MINTIC revise las cifras con el administrador del cable y se rebajen las expectativas de ganancias de este, ya que de no hacerlo de seguro va a haber una demanda multimillonaria del contratista en contra de la nación y lo más grave es que vamos a seguir desconectados, aunque el cable físicamente esté allí.
No tenemos opción, hay que seguir insistiendo vía redes sociales y a través de un debate que se hará en la Asamblea Departamental el próximo 30 de marzo, fecha en la que el Ministerio debe tener lista una solución, porque en estas épocas de tecnología cada día que pasa sin conectividad son años de atraso en tecnología, información y cultura, además de pérdidas económicas incalculables para nuestra economía.
Algunas tarifas
A continuación ofrecemos algunas tarifas actuales para que el lector haga un cuadro comparativo:
ETB de Bogotá: $82.000 por teléfono ilimitado y 2MB de velocidad y 80.000 más ($162.000) por teléfono, Internet 2 MB y TV satelital básica; Telefónica de Cúcuta: TV Satelital, 2MB y telefonía nacional ilimitada por $95.000; en Barranquilla: 4Mb de conexión y telefonía nacional ilimitada por $84.000; Telmex: paquete de TV avanzada, Internet de 4MB y telefonía local ilimitada por $125.000, en estrato 3.
(Por Fabio Hernández)