La Fundación Casa de la Cultura de San Andrés ha sido protagonista primordial durante sus 41 años de vida en materia de resguardo de tradiciones, formación artística y divulgación de la oferta cultural del archipiélago.
En ella y por medio de ella se ha logrado registros en la historia reciente de las raíces y rescate de las tradiciones nativas. La Casa de la Cultura es identidad dinámica, es la importancia de la tradición, es fusión, es integración, es centro que ha preservado el legítimo orgullo de la isleñidad.
”Queremos ser colombianos a la manera isleña” pronunció en el discurso por la defensa de la identidad su presidente de la Junta Directiva, ante la instalación de la V Cumbre Gubernamental, del Presidente Julio Cesar Turbay Ayala, en el Salón del Mar.
Con la Casa de la Cultura deberíamos ser todos solidarios; es cuna del Green Moon Festival, del Festival de Bill & Marie, del Encuentro de Coros Religiosos, del grupo The Rebels H.B., del inicio en las artes plásticas, escénicas, musicales, narraciones orales y creativas; sede de la única biblioteca pública en mucho tiempo; sede de la banda de música; inspiradora y gestora para el establecimiento de similares en San Luis, en la Loma y en Providencia; y muchas más ejecutorias.
La Casa de la Cultura es sello discográfico que editó el primer disco de música folclórica y popular en las islas. Ahí se reunieron en asamblea los comerciantes que acordaron paro de actividades comerciales a comienzos de 1991. Paro que murió inmediatamente después de aprobado por los miembros de la Cámara de Comercio local, sin realizarse, al no querer presentar ante los medios de comunicación las razones del mismo.
Esa Propiedad de la Casa de la Cultura en Chapman Point es el sitio codiciado. Conocido como Casa Presidencial antes, donde se edificó para recibir a los presidentes después de la primera visita de Gustavo Rojas Pinilla en 1953, en lote donado por la comunidad.
Se estima el valor comercial del predio que pertenece a la fundación, en millón y medio de euros o más. Es ideal para cualquier proyecto de turismo de la más alta categoría futurista.
El Gobierno Departamental quiere tener el título de la propiedad mediante escritura pública para poder hacer legalmente inversiones en él y se niega a ser creativo para cualquier otra solución que privilegie a la comunidad beneficiaria de los servicios de la fundación so pretexto de estar impedido para invertir recursos en la misma comunidad que ha recibido 41 años de servicios de una institución sana, sin distingo de credo religioso ni político, sin preferencias por color de piel o por orígenes, sin diferencias de opinión, ni pensamiento.
Patrimonio Cultural e Histórico
La Fundación Casa de la Cultura de San Andrés, merece ser declarada patrimonio cultural e histórico del departamento archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Está llena de ejecutorias que hablan por esa organización de personas sin otro interés que el de cumplir sus objetivos estatutarios. Esto le corresponde a la asamblea departamental.
No son a las edificaciones construidas sobre el inmueble, que hoy están cayéndose, las que se declararían patrimonio cultural e histórico. No, es a la fundación misma, es a un bien inmaterial, es a un motivo que ha servido a la historia y cultura de este Departamento.
Esta declaratoria daría condiciones legales a la Casa de la Cultura para ser objeto de inversiones públicas de parte de la nación por el ministerio de Cultura y por parte de otras instituciones oficiales y privadas, nacionales y foráneas.
La fundación también accedería a donarle al Departamento su título de propietario sobre ese apreciado lote de terreno con más de cinco mil metros cuadrados que colinda con el mar en su mayor porción en el punto más bello de la bahía de San Andrés.
Sabiendo cómo los gobiernos locales no han sido los mejores administradores de los bienes de todos, ni lo serán, y no muy inteligentes a la hora de negociar por los intereses de esta comunidad en ya casos conocidos con muchas entes gubernamentales y particulares, es importante tomar precauciones, tener garantías para no frustrar a todos en el futuro, suscribiendo clausulas de restitución ante incumplimiento, por la defensa del patrimonio que pertenece a los hijos de nuestros hijos y a la vez de sus hijos a perpetuidad.
El Departamento se comprometería a mejorar las instalaciones, cubrir los gastos para un funcionamiento digno en la ejecución de los propósitos para los cuales está constituida la fundación, y solo así podría donarse este inmueble.
La fundación seguiría en su misma sede, financiado por el Departamento, sirviendo a la comunidad de estas islas en su esencia misma como es en su cultura y su identidad, dirigiendo y administrando eficientemente los asuntos de la Casa de la Cultura.
Esto sería obrar de buena fe, con garantías escrituradas para que una Fundación como la Casa de la Cultura y su Departamento Archipiélago se entreguen en grande a la actividad de la cultura de las islas para la preservación de los valores de un grupo humano amenazado por el peligro de extinguirse.
A la vista de tener en el escenario nuevamente el Green Moon Festival esta es la antesala motivadora para encauzar a nuevas generaciones ansiosas de símbolos que señalen el camino de Living Islands for All.
Kent Francis James
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