La Corporación Ambiental Coralina en Providencia y Santa Catalina, prohibió la extracción de piedras de los arroyos y riachuelos, como parte de una actividad minera y de explotación, ante los riegos de causar graves inundaciones en diferentes sitios de esta población municipal.
Los funcionarios e inspectores de la entidad se encuentran adelantando un seguimiento a estas actividades de ilegal explotación razón por la que se está formulando una advertencia pública, señaló la directora de la autoridad ambiental en dicho municipio, Jovanna Peñalosa Newball.
“Las intensas lluvias caídas en el municipio este año, que superan el registro histórico -dijo la funcionaria-, originaron el desbordamiento del arroyo de Bottom House que causó estragos a los habitantes del área ribereña; pero la constante extracción de piedras potenciaron el caudal de las aguas que vienen de las montañas”, explicó la funcionaria.
Denuncia pública en Providencia
La Veeduría Cívica de Providencia el 10 de diciembre pasado (2009) había formulado una denuncia ante Coralina que fue publicada en EL ISLEÑO.COM que fue atendida por la autoridad ambiental en el sentido de investigar y actuar en consecuencia.
Al respecto, esta redacción recibió ayer una información con abundante material gráfico que da cuenta de la persistencia del problema once meses después, adjuntando el Decreto 2462 de octubre 26 de 1989 “por el cual se reglamenta parcialmente el Código de Minas y el Decreto 507 de 1955 incorporado a la Legislación Ordinaria para la Ley 141 de 1961”, que al decir de la Veeduría se estaría violando flagrantemente en Providencia.
Según la Veeduría Cívica un empresario de la región “carga las piedras hacia su trituradora los días sábados y domingos aprovechando que los funcionarios de Coralina no trabajan esos días”.
Finalmente agregan que “no podemos permitir el deterioro ambiental considerable que se ve reflejado en las inundaciones de casas y en el daño de los corales cercanos a las playas por la sedimentación que arrastran las aguas lluvias”.
Tal vez la medida anunciada por Coralina ponga, ahora sí, punto final a este atentado contra la ecología y el medio ambiente en Providencia. El décimo aniversario de la Reserva de Biosfera SeaFlower se lo merece largamente.
