Como en el popular juego de manos, muy utilizado para decidir o dirimir algún asunto, el diferendo en La Haya es visto por muchos isleños y raizales como una versión del tradicional ‘Piedra, papel o tijera’, pero con una diferencia sustancial: en ninguna de las tres opciones ganan ellos. Como en la ley de Murphy, dicen, "toda situación mala es susceptible de empeorar".