Presumir de las condiciones naturales que hacen atractivo el archipiélago no basta. La competencia exige mucho más. Uno de esas aspectos es mirando hacia adentro, es nuestra manera de ser y de vivir que se observa, se analiza y se critica ineludiblemente, somos la esencia del destino San Andrés, Providencia y Santa Catalina. En la oferta estamos todos incluidos, todos somos el destino.