A propósito de la expedición de la Resolución 1972 de 2023, de la AUNAP, por la cual la Junta Departamental de Pesca del Archipiélago (Jundepesca) deberá exigir la tarjeta de residencia, permanente y definitiva, para poder ejercer la actividad de pesca y de acuicultura en las islas, EL ISLEÑO consultó la opinión de líderes raizales frente a la trascendental decisión.

Vale la pena mencionar antes, que el presidente Gustavo Petro celebró la decisión y también anticipó que se busca un consenso con Nicaragua, para que esta decisión sea respetada. Dichos primeros pasos se dieron en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas llevada a cabo en Cali.

En efecto, dichos acercamientos con el país centroamericano también habrían sido confirmados en la reunión de la comisión asesora de Relaciones Exteriores adelantada el pasado 5 de septiembre, en la que el canciller Álvaro Leyva mencionó que se busca un diálogo relacionado con los fallos emitidos por la Corte Internacional de Justicia de La Haya desde 2012.

IMPRESIONES

Kent Francis: abogado, exembajador en Belice y Jamaica; y ex gobernador del Archipiélago

Esta decisión es muy importante, puesto que la citada Resolución se establece para poder defender de cierta manera la actividad pesquera de los raizales y de quienes están legalmente residenciados en este Archipiélago.

Pero las circunstancias que nos ocupan hacen referencia a la escasez de los recursos en sitios tradicionales, porque es pertinente recordar que alrededor de San Andrés, en el pasado, era donde más producción pesquera se presentaba puesto que la isla tenía muchos manglares y producía mucho alimento para los pequeños peces, que luego salían a ocupar la zona de los arrecifes y posteriormente los bancos y bajos más lejanos.

Pero actualmente estamos viviendo una crisis de recursos pesqueros, porque también la demanda ha crecido en gran manera (superando la oferta), dado el notable aumento de la población. Por lo tanto, estas medidas deben asegurar la supervivencia de los isleños, defendiéndonos de las actividades de pesca industrial o semiindustrial que puedan establecerse y que desmejoren la situación.

Diálogos con Nicaragua

Siendo un amplio conocedor del diferendo limítrofe sostenido por años con Nicaragua, Francis anotó:

Los diálogos son absolutamente necesarios, porque tenemos que cuidar una cuenca que constituye Seaflower; y teniendo en cuenta el proyecto de reserva de biosfera transfronteriza que está en los marcos costeros de países como Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Jamaica y Colombia, es en este momento donde necesitamos reestablecer su administración conjunta para preservar la sostenibilidad de las especies que están en nuestro entorno.

Esto es fundamental, no sólo para las especies como tal y para la seguridad alimentaria de los habitantes de las islas, sino también para el direccionamiento de acciones de control comunes (como el establecimiento de vedas), y de otras medidas frente a la solución de necesidades y amenazas que tenemos los habitantes originarios de esos países, para hacer frente, por ejemplo, a las manifestaciones del cambio climático que se presentan con huracanes más frecuentes y fuertes; entre otras.

Pero atención que no será fácil, porque el problema ahora es de escasez debido a la presión que se ha ejercido después del fallo del 2012 sobre la zona comprendida desde el meridiano 82 hasta la esquina de la zona llamada ‘Luna Verde’, donde no hay una autoridad que regule su sostenibilidad provocando que se haya menguado la oferta pesquera.

Paola James, trabajadora social, integrante de la Federación de Pescadores de Providencia

La expedición de la nueva Resolución la consideramos como una victoria, no solamente para la pesca artesanal sino también para la comunidad de las islas, dado que los recursos son limitados.

Siempre se piensa en los ecosistemas, como si pudieran prestar servicios ecológicos a toda la humanidad de forma permanente; pero si hay un manejo adecuado, debe ser precisamente para que estos sean utilizados conscientemente en relación a la población.

Para el Departamento Archipiélago hay una normativa especial y la Oficina de Control, Circulación y Residencia (Occre) es fundamental a la hora de organizar el territorio; por eso no entendíamos por qué no se estaba manejando de esa forma en relación a la pesca.

Sabemos que hay un montón de intereses de por medio y que vienen cambios grandes, pero ello va a significar beneficios para la economía local, la protección ambiental y el ejercicio de la pesca artesanal.

Diálogos con el Caribe

Con respecto al anuncio del presidente Petro, considero igualmente importante que se restablezcan las relaciones, no solamente con Nicaragua sino con los demás países que han parte del Caribe, específicamente los que podrían compartir con nosotros la reserva; porque otra de nuestras solicitudes ha sido el establecimiento de una reserva transfronteriza.

Otro aspecto a resaltar, en relación con esta normativa, es que hay especies de bastante importancia para el Archipiélago (e incluso para la nación porque está controlada no solo por Jundepesca sino por otras autoridades colombianas) como lo es el caracol pala, al estar en la ‘lista roja’ de amenaza.

Ese molusco tiene una forma de moverse, como otras especies marinas, sin mirar las divisiones geográficas o políticas. Así que para que se dé una protección adecuada de los recursos, es vital que se empiecen a establecer unos diálogos que lo permitan.