Cuando las obras no son amores

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Decenas de incidentes automovilísticos en la esquina conocida como la ‘Tienda Mayo’, toleran a diario los habitantes de los barrios: School House, Natanias, Back Road, Atlántico y a quien ose pasar por ahí, debido a los desniveles que presenta la obra de pavimentación en los últimos tramos de vía. 

El caos que impera en el sector ausente de señales informativas o preventivas y la alta peligrosidad de las maniobras que tienen que hacer los conductores que salen y entran de Natania hacia Back Road o School House, es monumental. La zona comunica a los habitantes de más de 32 sectores con paso obligado por un solo carril.

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El ISLEÑO conversó con la presidenta de Natania cuarta etapa, Luz Elena David Martínez; con el delegado fundador de Ciudad Paraíso, Carmelo Pérez Marimón; y con Luis Fontalvo presidente de la Federación, quienes se mostraron molestos con los atrasos de la obra, además de los perjuicios ocasionados que sienten nadie asumirá.

“Esta es una obra de ingeniería que uno no entiende. Sin ser ingeniero uno observa unos desniveles bastantes preocupantes para el empalme con la vía que está realzada y aunque el contratista asegure que todo va estar bien, no me quiero imaginar esta zona en época de lluvias”, dijo Pérez Marimón.

Una muestra de ello es la tradicional ‘Tienda Mayo’, la cual quedaría un nivel debajo del andén, sepultando con esto no solo la fachada de la tradicional vivienda, sino un importante punto de referencia.

Alcantarillado

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Adicional a la rehabilitación de esta carretera, la empresa Veolia (antigua Proactiva) realiza trabajos de instalación de alcantarillado en la misma obra, con probables atrasos denunciados por habitantes de este sector.

David Martínez dice que los ritmos de trabajo de las cuadrillas son “inciertos”, mientras señala las peligrosas zanjas dejadas, los mega-tubos en el costado de la única calle transitable y les grita a unos cuantos niños que no jugueteen con la tubería rota que ha estado botando agua desde hace semanas.

“El inconveniente con el contratista que nos asegura que no ha podido seguir con las obras y corregir el desnivel, es que al Veolia cambiar la tubería no pudo empalmarlas porque no eran del mismo diámetro y uno se pregunta: ¿para esto no hay estudios previos o comunicación entre ellos?”, agrega la dirigente comunal.

Para suerte de muchas familias, aun no entran a clase los estudiantes, por lo que el sector no ha alcanzado su máximo pico de tránsito vehicular, aunque luce como una verdadera trinchera.

¿Respuestas?

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Para esta semana, enfatiza David Martínez, esperan la respuesta de la Asamblea Departamental que se comprometió a convocar a un debate de control a las empresas responsables de estos trastornos y obtener respuestas convincentes a la comunidad.

Por último, a este perjudicial atraso se le suman los casi cinco años de espera de la mega obra de infraestructura del Distrito IV y la Calle 13 paralela a la pista, obras que podrían cambiarle la vida a más de 45 mil personas si fueran realmente hechas con amor y en los tiempos pactados.