Provigas E.S.P. se retiraría de Providencia y Santa Catalina, si la Alcaldía y Superservicios no levantan multimillonarias sanciones en su contra; según lo expresó Bernardo Sánchez, propietario de dicha empresa, y a quien contactó personalmente EL ISLEÑO.

Sánchez aseguró que hasta el momento ni la Alcaldía ni la Superintendencia de Servicios Públicos han retirado las multas impuestas a Provigas por 65 y 180 millones de pesos millones respectivamente, compromiso pactado a principio de este año cuando se generó una crisis en el municipio por la escasez del combustible.

Las multas se originaron, luego que la empresa decidió en su momento, suspender el envío de gas a Providencia, porque la planta está ubicada en una zona residencial y no en una industrial como exige la norma.

“Todavía no se ha resuelto el problema, primero tienen que levantar la sanción y para ello radiqué una carta en la Alcaldía, dirigida al secretario de Planeación, Roberto Bush, en donde le recuerdo dicho compromiso”, dijo Sánchez.

Promesa no cumplida

Al respecto, Bush se comprometió a proceder con lo acordado. Sin embargo, el empresario reiteró que a pesar de la promesa, como empresa afectada no estarán tranquilos hasta tanto no se haga efectiva la revocatoria de la millonaria multa.

De otro lado, Sánchez explicó que gracias a un acuerdo del Concejo Municipal aprobado a inicios del presente año, se modificó un artículo del Esquema de Ordenamiento Territorial en el que se definiría una zona Industrial.

Todo indica a que esta zona estaría ubicada en inmediaciones del relleno sanitario, entre Old Town y Lazzy Hill.

De no haber cumplimiento en levantar la sanción a Provigas, el empresario ratificó que se verían obligados a suspender el servicio en Providencia y Santa Catalina, y quienes sufrirían por la escasez del gas serían sus habitantes sin excepción.

Finalmente, El ISLEÑO contactó al secretario de Planeación con el fin de conocer una respuesta oficial de la Alcaldía sobre el tema; el funcionario manifestó que daría la información por escrito, pero, al cierre de la presente edición, la respuesta no se había producido.