El director de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Adultos y de Neonatos, del Hospital de San Andrés, Efraín Martínez Medina (en la foto), se pronunció este jueves 9 de marzo tras las denuncias formuladas por varios usuarios en relación con la muerte de cuatro recién nacidos en sus instalaciones durante los últimos dos meses.
El pediatra indicó que lamenta los casos y que “antes de exigir mejores UCI, se requiere de mejores recién nacidos, lo que se garantiza con un cuidado óptimo de la madre y del feto en la etapa de gestación. Y esto es posible sólo cuando la embarazada realiza sus debidos controles prenatales; un servicio que presta la EPS y no el Hospital”.
Resumen de los casos
Este fue el parte de Martínez Medina, con respeto a las condiciones generales de los neonatos fallecidos, dos en febrero y dos en marzo:
“Uno, nació pesando 540 gramos lo cual es inconcebible porque el peso aceptable es de 2500 g”. Según estadísticas de la OMS, los bebés por debajo de ese peso tienen gran probabilidad de muerte (en un 75%) o de tener secuelas posteriores.
Otro caso que se presentó fue un nacimiento ‘gemelar’ donde uno de los bebés pesó 1000 gramos “Ambos nacieron muy mal pero el que murió estaba en pésimas condiciones; presentó dos hemorragias pulmonares, estuvo con ventilador y a pesar que se le practicó todo el tratamiento del caso, murió 48 horas después”, comentó.
“El tercero nació con 1490 gramos de peso y murió 25 días después. Su mamá también estuvo durante siete días en la UCI de Adultos, a causa de preclamsia severa e infección urinaria, una de las razones por las que el bebé ya venía con inconvenientes. Por último, el otro de los bebés –de 1900 gramos– falleció por las mismas complicaciones de la madre señaladas antes”, añadió Martínez Medina.
Dos de las mamás de los pequeños, son adolescentes: una de 18 años (bebé de 540 g) y otra de 15 años (el de 1490 g).
De otra parte, el profesional aseguró que “son preocupantes los embarazos cada vez más tempranos en San Andrés, casos que llegan a un 25%, por encima de la media nacional que es del 16%”.
“El origen del problema”
“Más que preguntar por qué muere un bebé, hay que preguntar por qué entró a la UCI; requerimos de un control más estricto. Desde las EPS, de los chequeos prenatales que muchas madres están omitiendo. Un bebe en buenas condiciones desde su gestación, rara vez debe ser ingresado a esta unidad”, concluyó Martínez Medina, quien espera los resultados de la investigación que decidió asumir el Ministerio a instancias de la Secretaría de Salud Departamental.