En materia de oferta turística son apreciados los espacios que puedan sostener una oferta verde, lo que es equivalente a seguridad, ordenamiento, tranquilidad, aseo, servicios adecuados, disposición correcta de desechos sólidos y líquidos, amabilidad y hospitalidad de los receptores, ambiente sano y limpio.
Una zona minera para exploración y/o explotación de hidrocarburos es opuesta a todo lo anterior, con riesgos inherentes a la actividad que de un solo tajo liquidarían el esfuerzo conjunto por tener un destino verde.
La sola búsqueda de petróleo y de sus derivados incluye actividades cuyos resultados pueden contaminar amplias zonas, como que siempre puede extenderse y afectar mucho más a las especies vivas en el mar y su trasparencia.
Aún en el caso de la existencia no comprobado de cantidades comerciales de hidrocarburos en el archipiélago, sería como recibir dinero a cambio de la vida, de la vida del mar de nuestras islas, de la vida de todos.
Adecuar el departamento como destino verde es seguro, es prosperidad para todos y para la nación en general, disciplinar a sus habitantes al esfuerzo común, a valorar a las personas con quienes se comparte el espacio, incluir cada vez a más miembros de nuestra comunidad en proyectos productivos en mar y tierra.
Terapia de la belleza
Hacernos el propósito de merecer la belleza natural del archipiélago haciendo agradable la convivencia, aseando y embelleciendo las viviendas, los espacios públicos, las calles, los solares, los muros, las paredes, en fin, concibiendo la terapia de lo limpio y lo bonito en una saludable competencia de sectores.
Creemos firmemente que debemos insistir en detener la exploración de hidrocarburos en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, islas, cayos, bancos, atolones, mares y zona de explotación económica exclusiva.
Y desde luego que las campañas populares en las redes sociales deben continuar activamente internacionalizándose en procura de participación mundial en defensa de nuestro patrimonio universal, la reserva de la biosfera Seaflower.
Ningún valor monetario podría recomponer el ambiente contaminado luego de ocurrir un percance no deseado. Vale más el esfuerzo conjunto que la lotería del petróleo y a cambio perder el tesoro de la vida natural en el archipiélago.
Kent Francis James
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