Capacidad de carga: menos cantidad, más calidad

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En buena hora el Gobierno Departamental se pellizcó y puso ‘manos a la obra’ para intentar detener el uso y el abuso de los recursos naturales en San Andrés; que, a pesar de las reiteradas advertencias formuladas desde varios escenarios, se venía haciendo el de la 'vista gorda' frente a este y numerosos asuntos ambientales y de control poblacional.

Y como era de esperar, ante el anuncio formulado de viva voz por el gobernador Ronald Housni Jaller, en el sentido de explorar fórmulas para limitar el ingreso masivo de visitantes a los cayos y la subsecuente sobre explotación del destino por cuenta de operadores sin control, ya se comenzaron a oír las primeras voces que califican la intención como de “enemiga del turismo”.

Nada más alejado de la realidad. Destinos de alta importancia y valoración en el concierto turístico mundial –como Barcelona y las islas Baleares en España, por ejemplo– han proyectado y ejecutado con resonante éxito medidas similares, ante la nueva invasión ‘bárbara’ de viajeros desenfrenados que no dejan sino desechos y desmanes al pasar.

Esa clase de ‘turismo’ es enemiga del medio ambiente. No respeta el equilibrio natural ni la biodiversidad; acaba con las especies –fauna y flora–; contraría las tradiciones culturales ancestrales; como una especie de tsunami, arrasa con todo lo encuentra. Y lo peor: espanta al verdadero turismo, ese sí, con real poder adquisitivo y amante de los valores genuinos de una Reserva de Biosfera.

Estamos ante una verdadera disyuntiva histórica de subsistencia o expiración. Debemos apoyar las medidas que tomen el gobernador y su equipo, junto a las fuerzas vivas isleñas. Claro está, siempre que sean por un cambio esencial en el modelo vigente de depredación ambiental. Aunque la curva ascendente de la estadística ceda y nos entregue menos cantidad, pero mayor calidad.

Última actualización ( Sábado, 16 de Enero de 2016 11:14 )