Libertad, igualdad y fraternidad

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La  idea del poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo cambió las aspiraciones de los súbditos de las monarquías por la búsqueda de ideales superiores de libertad, igualdad y fraternidad que comenzaron a sonar en la revolución francesa de 1789.

En el desarrollo de esos ideales, la república no ha alcanzado semejanza en resultados, para los diversos componentes étnicos en estos 200 años transcurridos y para unos más que para otros el Estado ha servido como canal en la búsqueda de la satisfacción de sus necesidades y aspiraciones primordiales.

Las comunidades indígenas están hoy reducidos a menos de dos millones de ciudadanos se manifestaron públicamente en la capital de la nación denunciando que ellos no han obtenido aún la libertad ni la igualdad y menos la fraternidad en Colombia.

En sus territorios, las etnias indígenas son violentadas, invadidas e irrespetadas por grupos productores de drogas ilegales, por los grupos armados revolucionarios,  por los colonos y en algunos casos, las leyes y normas establecidas para su preservación y co-existencia, son quebrantadas por funcionarios de establecimientos e instituciones gubernamentales.

Los negros, etnias  que de alguna u otra manera descendemos de africanos, hoy también reconocidos y protegidos  por  leyes especiales, en Colombia somos uno de cada cuatro colombianos, superados en número por mestizos, y en América Latina  constituimos la segunda mayoría nacional de afros después de los de Brasil; sin embargo los territorios de las comunidades negras son deprimidas y frecuentemente asaltadas en sus derechos por otros grupos, lejos de tener igualdad y fraternidad.

Para los negros exigió libertad Petión a Bolívar cuando a Haití acudió por ayuda para rehacer su campaña por la descolonización de España, y le dio dinero, armas, barcos y guerreros negros  para  continuar la gesta libertadora.

Murió Simón en Santa Marta sin cumplir su promesa hecha a Alejandro, el negro  soberano haitiano y su benefactor,  de liberar a los negros esclavizados en los territorios que gobernó, del yugo grancolombiano.

Para nuestro archipiélago los acontecimientos a partir de 1810 ocurrieron en circunstancias algo diferentes.

Digamos que siendo de la Capitanía General de Guatemala, estábamos destinados a formar parte de Centroamérica sino es por la efectiva gesta de los pobladores de las islas de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y la costa de la Mosquitía que formábamos una sola unidad administrativa con su ejecutivo radicado en las islas, quienes gestionaron ante la corona española la separación del gobierno de Antigua y fuimos por voluntad plebiscitaria anexados a la Nueva Granada en 1803.

Por siete años logramos crear y consolidar el derecho al territorio insular y a la costa Caribe -hoy de Nicaragua-, a favor de Colombia.

Mientras los gritos de independencia surcaban los aires en Santa Fé de Bogotá, las cosas por  nuestro archipiélago y la Mosquitía transcurrían en Santa Paz.

Pero al tiempo, corsarios, bucaneros y piratas atracaban en las islas por ser cruce de las naves transportadoras de los tesoros extraídos de Suramérica que con rumbo a la Habana salían de Panamá.

Nada se tuvo que independizar en el Caribe insular colombiano. Ni siguiera de Luis Aury, quién quizás para presionar a Bolívar, tomó posesión de nuestro territorio raizal en 1818 a nombre de las provincias de Chile y Buenos Aires, sin que ellas intervinieran, muriendo accidentalmente tres años más tarde.

En 1822, nuevamente una encuesta popular declara adhesión de San Andrés, Providencia, Santa Catalina, las islas Mangles o Corn, todos los territorios insulares y la costa Caribe de la Mosquitía, a la constitución de 1821

Así nace el archipiélago colombiano en toda  su extensión, que a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX perdería la costa Caribe o costa de la Mosquitía por una usurpación a nombre de la República de Nicaragua.

En 200 años los raizales dentro de la república colombiana aspiramos a mantener nuestra identidad, al reconocimiento pleno, a superar la aculturización, a proteger el territorio de la degradación y –primordialmente- a no desaparecer.

 

Última actualización ( Lunes, 26 de Julio de 2010 10:49 )