No queremos seguir perdiendo

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kentEsta próximo a salir el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre  el asunto territorial de Nicaragua contra Colombia, por el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que se extiende desde Serranilla hasta Alburquerque, incluyendo Serrana, Roncador y Quitasueño.


Los raizales hemos visto cómo los territorios con que nos adherimos a la Gran Colombia en 1822, la Mosquitia y el archipiélago de islas, cayos, atolones, bancos y bajos en el Caribe Nor-occidental, limítrofe con Nicaragua, a la postre hemos perdido la mayor parte de tierra, de  mar e islas que se terminó entregando en 1928 con el tratado Esguerra-Bárcenas, luego de las usurpaciones que ocurrieron a partir de 1894, por parte del Estado centroamericano.


Cuando creímos que esas pretensiones se habían satisfecho con todo lo que recibieron al Oeste del meridiano 82, propuesto por Nicaragua como línea separatoria contra Colombia en el acta de canje de notas de ratificación, la verdad es que han seguido reclamando como propio nuestro archipiélago.


Colombia en un principio radicó su defensa en la validez del tratado del 1928/30 que establece el meridiano 82 como frontera bilateral, pero después propone el trazado de la línea media con lo cual provoca  una modificación a los límites actuales.


No debería interpretarse lo pactado en 1930 al establecerse el meridiano 82 como límite, con teorías y conocimientos posteriores sobre el mar, ni por las convenciones de Ginebra en  1958 y Jamaica de 1982.


Con la anterior propuesta colombiana, se perderían  áreas del mar al  Nor-este del  meridiano 82 hoy con el paralelo 15, y dicho sea de paso, ahí tenemos una zona  que resulta de la anulación de nuestro tratado de límites  con Honduras de 1986  con la línea trazada por el tribunal de la Haya.


De esa zona conocida como la esquina  Este del meridiano 82 con 15, se extraen el 70% de langostas y de caracol pala que se obtiene en todo el Departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.


También se habla de considerables bolsas de Gas y de otros hidrocarburos en la parte que perderemos bajo la imposición de la línea media en la nueva delimitación marítima.


Esos recursos explotados bajo tecnologías limpias constituyen una fuente de ingresos para el desarrollo sostenible que requiere el Archipiélago acosado por las actividades de tráfico ilegal de sustancias y elementos alucinógenos, de armas y de divisas, que podría dar una segunda oportunidad al pueblo raizal en la preservación de su  territorio ancestral para detener la exclusión y la ruta de extinción al que está sometido en las actuales circunstancias.


Los isleños no queremos seguir perdiendo nuestro territorio, nuestro mar, no queremos seguir siendo despojados de la posesión colombiana ejercida con justos y legítimos títulos desde 1803.

Última actualización ( Domingo, 09 de Septiembre de 2012 12:12 )