Nuestro trilingüismo

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kentEs común escuchar en San Andrés, Providencia y Santa Catalina que somos políglotas, que nos expresamos en español, en inglés y en creole; que además constituye una gran ventaja en el desempeño de los nuestros en el centro de enseñanza virtual del Sena ocupando a varios centenares de tutores isleños.

El inglés en el Caribe es materia de exportación, los egresados de sus instituciones pedagógicas son contratados como profesores de la materia en Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, principalmente.

Reconocen de los caribeños el inglés que se habla, como el mejor, la pronunciación en un idioma es muy importante para su comprensión oral.

Comparado con el aprecio que se tiene a los colombianos por su español neutral, es más comprensible.

El inglés fue predominante en el archipiélago con los británicos. Al liberar a los africanos fuimos educados en la fe cristiana, en leer, escribir y en matemáticas.

El español es el idioma oficial que se popularizó con la inmigración a las islas de otros colombianos con ocasión del establecimiento del puerto libre.

Como pueblo sometido desarrollamos un medio de comunicación oral, diferente aunque nacido del idioma impuesto por el dominador, este es el creole.

Creole es criollo en español, es patois en francés o patuá como su pronunciación.

En las islas de Santa Lucía, Dominica, Monserrat y otras, se le dice creole, que es un vocablo inglés y en Jamaica patois, que es lo mismo en francés. En Belice lo denominan creole como corresponde, de la dominante lengua inglesa.

El Criollo, creole o patois señala el mismo fenómeno en cualesquiera de los territorios en que se manifiesta, es una lengua apropiada por los esclavizados o dominados para comunicarse entre sí sin que le fuera fácil al amo o señor entenderlos; comprensible ya que a los africanos, de gran fortaleza física e intelectual, se les organizaba de manera tal que no juntaran a provenientes de la misma tribu, rompiendo así la comunicación oral entre ellos.

Esto que debería ser una ventaja para los isleños, está en decadencia. Una cosa es la oralidad parroquial y otra muy distinta es leer, escribir y hablar correctamente, así sea en creole.

Las estructuras educativas establecidas no respaldan el trilingüismo nuestro y son escasos los instructores idóneos para atender la preservación de los idiomas. Ahora el español es preponderante y avasallador por la fuerza de las mayorías poblacionales hispanoparlantes, autoridades, en los medios y la satisfacción de las necesidades diarias que son ejercidas en idioma español.

Nótese que palabras como basura, nevera, cita, tarea y tantas otras que se usan sin traducción al inglés ni al creole de las islas, lo que indica olvido del vocabulario o una dinámica muy particular. Hoy hay spanglish que es la utilización de palabras españolas en la composición de frases en creole y en inglés.

Limitaciones y falta de conocimiento en los tres idiomas.

Lo triste es que esa predisposición natural se pierde más y más de entre nosotros por desinterés, por ausencia de sacrificio y autodisciplina para aprender. Los idiomas inglés y español son preponderantes en el mundo de las oportunidades, como lo es el mandarín hoy día.

Tendremos que hacer gran esfuerzo para no perder las lenguas universales que contiene esta trilogía y exigir escenarios escolares adecuados para que siga siendo realidad un archipiélago políglota.