Organizar la casa

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Cuando este ‘Nuevo Comienzo’ empezó su curso el primero de enero de 2020 se dijo que debía organizar la casa y desde allí seguir trabajando, hoy, atravesando las diferentes circunstancias que rodean al territorio insular y al mundo entero, nos debemos replantear el futuro y pensar qué podemos hacer para obtener mejores resultados no sólo para nosotros sino también para el medio ambiente. 

Las islas dependen en muy buena parte de un turismo atraído por hermosas playas, el mar de los siete colores y carreteras rodeadas de palmeras… pero regresando al principio, organizar la casa no significa solo hacer jornadas de limpieza, no significa tampoco pintar unas letras con el aviso de San Andrés (no digo que no sea necesario, más que no es la forma primordial de organización que necesitan las islas).

Para organizar la casa se debe empezar desde la misma casa, es decir, estableciendo un orden territorial de normas y leyes, y hacerlas cumplir, en una isla que tiene apenas 27 kilómetros cuadrados con un sinfín de problemas, entre ellos: la sobrepoblación, los asentamientos irregulares, las viviendas informales y las calles no establecidas sino dadas por el tiempo y las circunstancias.

Se necesita orden en el espacio, un orden urbano que establezca y delimite zonas públicas y privadas, que se señalicen las vías por donde el peatón puede cruzar la calle y la dirección de la vía y un alumbrado público, entre muchas otras carencias que no hay, irónicamente, en una isla que vive del turismo.

Por otra parte, cuando un turista viene a San Andrés, tiene las playas durante el día pero ¿qué tiene durante la noche? ¿Hacemos que se sienta contenido y que quiera regresar a visitarnos?

Y para nosotros, los habitantes de este territorio, durante el confinamiento cuando ha surgido la necesidad de salir y estar en contacto con la naturaleza –más ahora que las playas están cerradas– surge la necesidad de aquellos espacios de interés al aire libre y no están.

Espacios públicos donde se pueda desarrollar vida y donde se puedan generar estancias. Después de este confinamiento y cuando volvamos a abrirle nuestras puertas y nuestros brazos al mundo, ¿qué es lo que le vamos a ofrecer a nuestros turistas además de las playas y las letras ya mencionadas?

Es necesario reinventarnos nosotros en cada uno de nuestros ámbitos de vida y desde el Gobierno Departamental apostar por organizar la casa para lograr atraer un turismo de calidad estableciendo nuevos intereses más allá de la playa y el mar.

Atraer turistas que sientan ganas de quedarse para que tengan ganas de volver. Espero y aspiro que esta administración haga cambios reales que no queden solo en un papel sino que queden para el pueblo, no podemos ver solo retrocesos sino también avances.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresen.

Última actualización ( Domingo, 12 de Julio de 2020 22:36 )