Sembremos cannabis

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El Covid 19 ha dejado duras lecciones; desde el punto de vista económico el Departamento Archipiélago necesita ser capaz de diversificar su economía para poder sobrevivir y no depender únicamente del Turismo. La industria del cannabis medicinal esta aun en una etapa precoz en el mundo, pero en auge y creciendo a pasos agigantados cada día.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de cannabis para uso médico pasó de casi no existir hace 20 años a 23,7 toneladas en 2011 y 77 en 2014. El Gobierno Nacional mediante decreto 613 de 2017 legaliza y regula en Colombia la producción, comercialización y exportación de cannabis para uso medicinal. Esta es una oportunidad excepcional de diversificar la economía local.

Colombia se perfila como la ‘meca’ del cannabis frente a la demanda global. Por un lado, están las condiciones de luminosidad y régimen de clima, que favorecen el cultivo y la floración durante todo el año. A esto se suman las favorables condiciones del suelo, en varias regiones del país, que facilitan el cultivo de distintas variedades de semillas y finalmente un mejor costo para producir el aceite derivado de la extracción de la flor de la planta.

Existe un cambio cultural a nivel mundial frente al cannabis. Hemos aprendido sobre algunos beneficios para la salud, pero aún queda mucho por estudiar y descubrir. Esta es una oportunidad extraordinaria para que las islas desarrollen su propia industria local y exporten a países como Estados Unidos y Canadá.

Este sería un proyecto ambicioso a mediano plazo que requiere la articulación de todas las instituciones, en especial se requiere de una gestión y voluntad política por parte del Gobernador, Secretaría de Salud, Secretaría de Agricultura, representantes a la Cámara, Asamblea, gremios y Cámara de Comercio. Esta última podría brindar asesorías en la manera de obtener las licencias requeridas para la siembra, producción, comercialización y exportación del producto terminado.

Necesitaríamos estudios de mercadeo y de buenas prácticas de siembra (podría ser por invernadero) entre otros. La creación de políticas locales que atraigan capital y tecnología de punta que nos permita desarrollar nuestra propia industria del cannabis. La buena noticia es que tanto las empresas nacionales y extranjeras dedicadas a esta actividad y desarrollo tecnológico están activas en Colombia.

Hace un año en la ciudad de Miami, mientras desarrollaba con mi equipo una nueva línea de bebidas con CBD (Componente medicinal del Cannabis) me encontré con la sorpresa que el vendedor de la empresa estadounidense ‘Global Cannabinoid’ –una de las compañías más grandes productoras de derivados del cannabis en el mundo–, contestó en la ciudad de Medellín y me comentó que aún no aprendía a hablar español, pero tenía el CBD que yo necesitaba y que era producido en Colombia.

Existen alrededor de 779 cepas de cannabis, una variedad que llama la atención es el cáñamo que nunca ha sido ilegal en Colombia. Esta variedad en particular crece en Colombia de manera casi silvestre y contiene poca concentración de THC (Tetrahydrocannabinol) componente psicoactivo responsable de la ‘traba’ o ‘highness’. El cáñamo o ‘hemp’ es legal en los 50 Estados de USA. Concentra gran cantidad de CBD (cannabidiol) componente responsable de las propiedades medicinales del cannabis.

Además de la parte medicinal el CBD se utiliza en la fabricación y producción de cosméticos, cremas, bebidas, alimentos, textiles etc. Este tipo de productos podrían ser producidos localmente permitiendo la creación de nuevos emprendimientos. El comercio local se vería beneficiado porque podríamos convertirnos en un destino reconocido por marcas de productos derivados del cannabis de alta calidad. Toda una nueva reactivación económica a partir del agro, un sector olvidado que beneficiaria principalmente a los nativos isleños que trabajan la tierra y a propietarios de terrenos improductivas al momento.

Expertos como Arcview (afamado programa de gestión de datos) y la analista de mercado BDS Analytics, aseguran que para 2021 en USA este negocio venderá 40.000 millones de dólares y empleará a más de 100.000 personas todo dentro de la legalidad. Y según la consultora estadounidense Ackrell, esta industria podría mover en Colombia 1.500 millones de dólares en 2025.

Es momento de alinearnos con esta tendencia global y la nueva manera de percibir el cannabis. Una industria que mueve miles de millones de dólares dentro de la legalidad y del cual el Archipiélago puede ser parte importante y así diversificar su tan golpeada economía.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresen.

Última actualización ( Sábado, 23 de Mayo de 2020 16:23 )